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sábado, 4 de mayo de 2024 | Última actualización: 17:22

El progreso que ni avanza ni mejora

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Alejandro Marín-Buck. Portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Castelló

Inmersos ya en el verano, el 'desacord' del Fadrell intenta ultimar a la desesperada todo lo que no ha sido capaz de llevar a cabo durante estos seis primeros meses del año, los presupuestos, entre muchas cosas, que un año más, y ya van dos consecutivos, se aprobarán el próximo 29 de julio. Medio año sin presupuestos limitando así las políticas sociales y económicas que debían estar activadas meses, ayudando a los castellonenses a salir del pozo en el que la terrible crisis sociosanitaria y económica producida por la pandemia, nos ha arrastrado.

Y no es que no hubiera prisa, no. Es que no había acuerdo entre los socios del gobierno. Pero las prisas han venido porque irse de vacaciones de verano con la asignatura troncal pendiente quedaba feo. Lástima que este último esfuerzo sobre las cuentas de la ciudad sólo lo validen ellos mismos, en ciudadanos no podemos dar el visto bueno a unas cuentas que llegan tarde y muy mal, que sólo van a poder ejecutarse en 4 meses del año natural y que a pesar de ser los más altos de la historia, casi el 50% no será en beneficio de los castellonenses sino para amortizar deuda.

Pero sí, el 29 de julio el 'desacord' aprobará los presupuestos, dirán que más vale tarde que nunca y no sé si podrán desconectar, con todo lo que dejan pendiente. Los presupuestos no son un punto final, no. A los presupuestos les sigue el PGOU. Quisieron aprobar la parte estructural del Plan General hace unas semanas a través de un pleno extraordinario, pero ahora queda la pormenorizada. Con el tema del Conservatorio sin resolver, con unas alegaciones al Plan de Acción Estructural que airea de nuevo las desavenencias entre los socios, los partidarios de mayor y menor suelo industrial.

El Desacord está cada día más patente y va increscendo.

El año pasado solo ejecutaron un 10% de los presupuestos destinados a los castellonenses, dejando sin invertir unos 35 millones de euros, algo más del 20% del total. No hay que ser muy listo para vaticinar que este año se repetirá lo mismo, porque los números están hechos por los mismos. Y, aunque las matemáticas son exactas, al resto no nos cuadra porque en vez de rebajar la presión fiscal de los vecinos o aplicar medidas de estímulo económico tan necesarios en estos momentos, seguirán apretando los cinturones de todos nosotros para luego no hacer nada. De ahí que a pesar que algunos se autodenominen progresistas, se trata de un progresismo que ni avanza ni mejora.