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sábado, 27 de abril de 2024 | Última actualización: 18:57

El Albergue Mare de Déu del Lledó se prepara a la caída de temperaturas y activará el protocolo como hizo en la gota fría

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 Tiene una capacidad para 39 personas y la semana pasada se dispusieron 27 plazas más pero no fueron necesarias, excepto en el cupo de mujeres

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Desde que se activó la alerta por gota fría, el Albergue Mare de Déu del Lledó, en Castellón, gestionado por Cáritas Diocesana se preparó para acoger hasta 27 personas más que su capacidad habitual. Ante la previsión de una brusca caída de las temperaturas este fin de semana, están preparados para activar de nuevo el protocolo. A las 10h de mañana, sábado 27, se consultará la previsión y se estará pendiente durante todo el día.

El Albergue Mare de Déu del Lledó tiene una capacidad para 39 personas (31 hombres y 8 mujeres). La semana pasada se dispusieron 27 plazas más que incluyen la cena y el desayuno. Por suerte no todas fueron necesarias, excepto en el cupo de mujeres, por lo que se tuvieron que derivar dos al Centro Luisa de Marillach, de las Hijas de la Caridad.

Cuando se activa el protocolo por inclemencias, la policía municipal sabe que puede llevar a transeúntes. Sin embargo, la mayoría de los usuarios ya vienen solos: "Son las mismas personas que viven en infraviviendas en Castellón", explica Minerva Saura, coordinadora del área de inclusión de Cáritas diocesana. "Que tengan un techo no quiere decir tener un hogar. Igual su casa es una pared y un trozo de uralita que no sirve de nada cuando llueve o hace frío. Entonces vienen al centro de acogida porque ya lo conocen y saben que cenarán y desayunarán", explica.

El hecho que ya conozcan las personas que recurren al Albergue ha permitido en varios casos intervenir a un nivel más amplio: "Hay personas con las que hemos comenzado una relación de acompañamiento desde esa confianza que genera en ellos que no les cerramos nunca la puerta cuando están más apurados. A partir de ahí se van dando pasos y en muchos casos se ha conseguido que mejoren sus condiciones de vida", explica Minerva Saura, que advierte que hay muchas circunstancias que han llevado las personas a vivir en la calle, como la salud o la estabilidad emocional. "Son muchas dimensiones que están ahí, y cuando mejoran es más fácil salir de la calle", concluye.