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viernes, 19 de abril de 2024 | Última actualización: 00:44

Las falsas alarmas de personas en peligro en el mar se repiten habitualmente en la costa de Castellón

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Salvamento Marítimo pode atención y responsabilidad para evitar que las vacaciones se conviertan en una pesadilla

La operación de búsqueda de una persona desaparecida en el mar, en la playa de Nules, ha sido confirmada como una ‘falsa alarma’. Sin embargo, este no es el único caso que se ha producido este verano, falsas alarmas que ponen en movimiento los dispositivos de Salvamento. Con todo, desde Salvamento Marítimo afirman que el verano, hasta ahora ha sido tranquilo, pero pide que se extremen las medidas de seguridad, para que las vacaciones no se conviertan en una pesadilla.

Esperanza Molina/Castellón Información         

Salvamento Marítimo de Castellón confirmaba esta mañana a Castellón Información, que la alerta de anoche, por la posible desaparición de una persona en el mar, en la playa de Nules, resulto ser una falsa alarma.

Hasta aquí todo normal, pero el tema, es que alertas de ese calibre se repiten habitualmente, y se han dado ya en varias situaciones este verano, afortunadamente con resultados en los que no ha habido que lamentar la pérdida de vidas humanas.

“La hora bruja”

El responsable de Salvamento Marítimo, Javier García manifestaba a este diario, que este tipo de denuncias se suelen producir casi siempre al anochecer, en lo que él ha denominado coloquialmente como “la hora bruja”.

El momento del crepúsculo, cuando se retiran los equipos de socorrismo de las playas, y cuando algún viandante observa que alguien se mete en el mar o cree observar elementos flotando mar adentro.

“Es bueno que se realicen estas denuncias”, afirmaba Javier García, porque aunque se activen los servicios, más vale que luego no sea nada a que pueda suceder que alguna persona se encuentre en peligro en el mar y no sea rescatado a tiempo.

Pero también comenta, que es bueno que los bañistas tengan un poco de prudencia y respondan a unas consignas mínimas. En el mar, un error se traduce en tragedia.

Consejos para los bañistas

Las precauciones habituales, que no por ser más repetidas son seguidas por la población son:

  • Observar el estado de la mar
  • La dirección e intensidad del viento

Pero sobre todo, hacer caso a las indicaciones de los equipos de socorristas.

  • Bandera verde: autorizado el baño.
  • Bandera amarilla: precaución
  • Bandera roja, no entrar en el mar bajo ningún concepto. Peligro.

La recomendación general es no tomar el baño fuera de las horas de protección de los equipos de socorrismo, ya que en caso de urgencia, no podrán ser atendidos por ellos.

Pero en caso de que se trate de una ‘playa salvaje’ (sin socorristas), o de que se decida entrar en el mar, conviene no hacerlo solo, quedarse en la zona más próxima a la orilla, y nunca superar la distancia de los 200 metros que delimita la zona de baño de la playa, generalmente señalizada por balizas amarillas.

También es conveniente respetar los canales de entrada y salida de embarcaciones, que suelen estar delimitados en las playas, y por donde las embarcaciones de recreo pueden entrar o salir al mar. Para evitar accidentes, y aunque estas embarcaciones no pueden superar la velocidad de 3 nudos, siempre será mejor no ponerse en su camino.

En función del viento y el mar, también es bueno conocer:

Si el viento sopla del este, y además lleva mucho tiempo haciéndolo, tenderá a levantar grandes olas. El aspecto del mar puede ser más agresivo. Se recomienda precaución

Si el mar sopla del Oeste, la primera impresión será que “el mar está como un espejo” pero ¡ojo!, ¡Es muy peligroso!.

El viento soplará del interior, con un efecto tórrido, el bañista tiende a meterse en el mar porque no encuentra peligro aparente, pero ese viento se convertirá en un obstáculo para volver a la arena.

Esta recomendación es especialmente importante para los bañistas con objetos flotantes, y para las embarcaciones de recreo. Aunque desde la playa no se perciba, el viento tenderá a llevarlos mar adentro, los arrastrará y frenará su vuelta. Y a medida que el veraneante (en motor o en objeto flotante) se aleje de la costa, verá como el mar se encrespa, forma olas y se convierte en una completa pesadilla.

Cuando hay resaca (del mar): no intentar salir contra corriente, el bañista se agotará y perderá las fuerzas. Nadar paralelo a la costa, hasta encontrar una zona donde el mar permita su acercamiento a la costa.

En cualquier caso, y para las embarcaciones de recreo, lo primero, consultar el parte meteorológico: viento y mar. No salir en caso de duda.