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jueves, 25 de abril de 2024 | Última actualización: 21:08

Propietaria afectada por los seísmos: "Noté movimiento en la cama y el perro comenzó a correr como un poseso"

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Tercera sesión del Juicio del caso Castor. 12 declarantes, la mayoría de Vinaròs y poblaciones de Tarragona han reclamado por los daños en sus viviendas a causa de los temblores 

Castellón Información/S.N.

Tercera sesión del Juicio del caso Castor en la Audiencia Provincial de Castellón que ha continuado con la parte testifical con una docena de declarantes la mayoría vecinos  y vecinas de Vinaròs, poblaciones de los alrededores y un par de Tarragona, en cuyas viviendas registraron daños a causa de los seísmos provocados, presuntamente, por las inyecciones de gas realizadas en la plataforma Castor ubicada frente a la costa de la localidad. Un 8 de los previstos no han testificado finalmente, entre ellos el presidente de la comunidad del edificio plaza San Antonio de Vinaròs.

La primera en testificar ha sido M.F.R., trabajadora en la plataforma como supervisora de seguridad e intervención riesgos. Ha asegurado que estando en el almacén no llegó a notar ningún movimiento, pero en casa sí. “Mientras dormía llegó a retumbar el suelo y me desperté y también se movió la cama”. La abogada de Aplaca le ha preguntado si llegó a sentir miedo ante los temblores y ha afirmado que no, y que se comentaba entre los trabajadores que podría haber relación entre las inyecciones y los seísmos, “pero igual que se hablaba en la calle”. En este sentido, la defensa le ha planteado que en su declaración inicial a Seprona comentó que no creyera que los movimientos fueran originados por las operaciones. “Efectivamente, comenté que no lo podíamos saber a ciencia cierta”, ha respondido. 

Le ha seguido en el turno M.J.R, maestra ya jubilada de 79 años residente en Vinaròs, y la primera intervención de los testigos que constataron daños en sus viviendas y los remitieron al consorcio de seguros y al Juzgado de Vinarós. Ha explicado que tras los seísmos pareció una grieta en la pared de la sala de estudio de sus nietas de la que se dio cuenta pocos días después y que cada vez se “iba bajando más”. “Noté un movimiento en la cama y salí de ahí. Me asomé a la venta y vi que las luces del edificio de enfrente estaban todas encendidas y el perro comenzó a correr como un poseso por el pasillo. Me puse en contacto con el seguro y me dijeron que como no eran daños por un terremoto natural sino por la acción del hombre, no lo cubrían, por lo que decidí arreglarlo ya que no podía permitir que la habitación donde pasaban tiempo mis nietas estuviese en estado y lo arreglé”. 

Ha testificado M.S. en representación de su madre, M.M.B., ya que también reclama daños en su vivienda, ubicada en la localidad de Sant Mateu. Ha comentado que les apareció una grieta en un pared que daba al interior y al exterior y que cuando contactaron al seguro les dijeron que no lo cubrían ya que estaba provocado por el seísmo. “Mi madre asegeura que ella no notó ningún movimiento en esa fecha. La casa data de 1929 y fue restaurada por completo de 2005 a 2008”. La fiscal ha insistido ante la testigo que por qué si el terremoto fue en 2013, se reparó en 2015, cuestión que le ha planteado a otros testigos y que la presente no ha sabido contestar”. Los abogados de la acusación han preguntado si conocen a alguien más que haya estado afectado por daños similares en la localidad, que está ubicada a 40 km de la plataforma Castor. Y la testigo ha dicho que no.

La siguiendo en prestar declaración ha sido M.M. una mujer de avanzada edad, que ha entrado a la sala acompañada de su hijo y que ha explicado que se produjeron daños en su cocina tras los movimientos, sobre todo en lo que se refiere a baldosas, ya que se habían rajado. “De noche mientras estaba durmiendo, la cama empezó a bailar mucho, había muchos temblores y el mueble de al lado se movió. Yo me asusté muchísimo”. Ha contado que no ha reparado los daños y el juez ha impedido a la abogada de Aplaca que le pregunté sobre el ambiente en la calle o los sus conocidos. La siguiente testigo, N.M. ha contado que había hecho obras en la casa, ubicada en Amposta y que era de sus abuelos, y que reformada por completo pocos meses antes de los movimientos que generaron grietas bastante importantes en diversas habitaciones y la fachada. “Amposta no queda tan cerca de Vinaròs, pero aún así notamos movimiento, sobre todo en el primer piso. Pedimos un presupuesto a la empresa que nos reformó la casa ya que el seguro no se hacía cargo y los desperfectos ascendían a más de 3.000 euros. Hemos reparado algunas de las grietas, por ejemplo las del techo, pero otras no porque no me lo podía permitir. 

El sexto en testificar ha sido D.J. que ha contado que vivía en un ático duplex y que le apareció una raja en una de las esquinas de la vivienda, construida en 2004. “Los seísmos los noté una noche y al día siguiente aparecieron los desperfectos. Aprecié hasta tres temblores, uno el 3 de septiembre al que no di importancia y otro el 3 de octubre, justo de noche, y recuerdo la hora porque estaba viendo un programa que hacían todas las noches. La gente de mis redes también lo notó y enseguida empezamos a comentarlo. Las redes sociales explotaron, había muchas reacciones y comentarios al respecto. El más fuerte de los temblores duró unos 5 segundos y me tambaleé completamente. Cuando reclamé al seguro los daños, me respondieron a los meses que no aceptaban la actuación porque era un temblor de origen no natural sino de causa humana.  Poco después me llegó una citación deljuzgado para que presentase la factura, contacté con una empresa y me hicieron un presupuesto de unos 1200 euros”. La acusación por su parte ha asegurado que según la carta que se les envió desde el consorcio a los efctados la razón para no cubrir los daños es que el seísmo no había tenido la intensidad suficiente, lo que el declarante ha negado.  

La séptima testigo ha sido N.F. que ha contado que lo daños que sufrió su vivienda fueron la caída de baldosas y gritas en la cocina de la habitación, además de los suelos de otras habitaciones. “Estaba en la cama y empezó todo a moverse, llamé a mi amiga y me dijo que lo mismo, que había ocurrido un temblor. Posteriormente me puse en contacto con el seguro y y me dijeron que lo cubría. No he reparado los daños hasta la fecha y no sé si hacerlo o no”, ha indicado.

L.M., de Sant Carles de la Repita, ha contado que notó una vibración y que las baldosas de la pared de la cocina registraron daños que fueron empeorando progresivamente y que no lo había reparado porque no podía”. M.P, de Vinaròs, ha detallado que tras el seísmo, al día siguiente apareció una gran grieta exterior en la fachada de su vivienda. “Noté dos temblores, uno de día en el que el sofá se movió, y otro de noche, mientras estaba en la habitación. La cama se movió, la mesita también y del miedo, salí casi con lo puesto, me vestí y cogí las llaves y la cartera porque no se sabía lo que podía pasar si me quedaba dentro. No he hecho la reparación por falta de fondos. La novena en declarar ha sido M.G., residente en Barcelona pero propietaria de una vivienda de planta baja en Vinaròs. “Me salieron grietas en la cocina y el garaje, y aunque no resido ahí, justo estaba en la ciudad esos días. Todo lo que habá en la cocina se tambaléo, se movió el suelo y los daños tardé unos días en percibirlos. Lo hemos reparado nosotros, con parches, pero las grietas acaban saliendo de nuevo”, ha señalado. 

M.D. V. ha explicado en ella en su vivienda habitual no tuvo ningún daño pero en algunos de sus pisos en alquiler sí y es ahí donde se produjeron las grietas en las paredes y el suelo, en un tercero, un cuarto y un quinto piso. “Como el seguro no se hacía cargo, lo tuve que reparar yo ya que no podía dejar a los inquilinos en esa situación. Noté temblores, la cama se movió de madrugada y transcurrió poco tiempo hasta que los arrendatarios me llamaron y revisamos los daños. Reclamo que se me devuelva lo que invertí”.

El penúltimo testigo ha sido A.T., residente en Zaragoza que ha intervenido por videoconferencia y que tiene un apartamento en Alcossebre. Ha recordado que un día llegó al apartamento, al que solía acudir en periodos de 20 días en 20 días y que el baño estaba muy dañado. “Habían caído baldosas y habían roto el plato de la dicha, el mueble, el inodoro y otros elementos. Mi seguro me remitió al consorcio, los cuales me dijeron que no se podía hacer cargoporque el seísmo era de intensidad menor. Yo me dí cuenta de los daños a las semanas de los temblores, ya que fui al apartamento. Mi abogado consiguió que el seguro me diera 227 euros de la reparación tras presionarles un poco a través de un escrito, es la única indemnización que he recibido. La reparación me costó unos 1.800, por lo que me gustaría recuperar lo que queda”, ha manifestado. Por último, a la pregunta de si conoce a alguien en Alcossebre que haya pasado por lo mismo, ha dicho que tiene constancia de que sí pero no le conoce personalmente. Para concluir la sesión, M.B. ha intervenido vía conferencia también tras media hora de parón de la sesión por problemas de la plataforma y ha asegurado que ella no tramitado ninguna reclamación por daños.

Cabe destacar que la Fiscal ha preguntado a todos los testigos si rellenaron un formulario del  Instituto Geológico Nacional que permitía cuantificar la intensidad del seísmo y todos han respondido que no. El juicio continuará el lunes día 25 de octubre con la declaración de una veintena de testigos.