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El Observatorio de Investigación sobre Pobreza y Exclusión en la Comunidad Valenciana, en el que colaboran la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia, las Cáritas diocesanas de la Comunidad Valenciana y la Fundación FOESSA, ha publicado la segunda edición del estudio anual de coyuntura “Análisis y perspectivas Comunitat Valenciana 2015”. Según apuntan los coordinadores del estudio, los profesores del Departamento de Economía y Empresa de la CEU-UCH Enrique Lluch y Eduardo Esteve, este año el informe, titulado “¿Recuperación? Enfoque agregado versus enfoque de la privación”, plantea que la recuperación de la crisis, en lugar de verse desde el enfoque agregado que solo tiene en cuenta las cifras medias de la economía, debería estudiarse desde el enfoque de la privación, “que tiene en cuenta qué está pasando con los más pobres. Solamente se podrá hablar de recuperación real si los más desfavorecidos mejoran y no si lo hacen solo las cifras medias”.
En base a los datos de la Encuesta de Calidad de Vida y otras fuentes oficiales, el estudio revela que la renta media de que disponen los hogares valencianos ha caído un 11,8% desde el inicio de la crisis en 2008, reduciéndose en casi dos mil euros: de 15.899 a 14.023 euros. “Pero si tenemos en cuenta la evolución de los precios, que han subido en este mismo periodo, la pérdida de poder adquisitivo es aún mayor: en términos reales, la renta media ha pasado de 16.618 a 13.516 euros, lo que supone una reducción del 18,6% de la renta media”, destacan Lluch y Esteve, profesores de la CEU-UCH coordinadores del informe.
Jóvenes “vulnerables”
Esta reducción se agrava entre los jóvenes de 16 a 29 años, considerados como “colectivo vulnerable” en el estudio. Su renta media ha caído un 4,5% más que la general durante la crisis. Pero, si también se considera la inflación, esta pérdida es aún mayor, pasando de 16.532 a 11.841 euros, lo que supone una reducción del 28%, casi diez puntos por encima de la disminución media del 18,6% entre la población general.
De este modo, la tasa de “riesgo de pobreza”, que incluye a todas las personas cuya renta mínima es inferior al 60% de la renta media, se sitúa en el caso de la Comunidad Valenciana (con un 22,7%) casi un punto por encima de la media española, que es del 21,9%. Pero en la franja de los jóvenes, la incidencia de la pobreza ha pasado de registrar unos valores similares a los de la población general en 2008, a escalar hasta un preocupante 31,45%, lo que significa que prácticamente uno de cada tres jóvenes valencianos se encuentra en riesgo de pobreza.
“La mayor tasa de paro y las peores condiciones salariales de los jóvenes están en el origen de esta mayor caída de su renta media”, señalan los profesores de Economía y Empresa de la CEU-UCH, coordinadores del estudio. A ello se suma el aumento de jóvenes de entre 15 y 34 años que ni estudia ni trabaja, que sube dos décimas con respecto a 2013 y se sitúa en un 23,2%, casi un punto por encima de la media española del 22,4%. Y aunque las tasas de abandono escolar temprano en España bajan, siguen duplicando a las de la UE.
El optimismo, los mejores datos de empleo
Aunque desde 2014 ha habido creación neta de empleo juvenil, con 13.800 jóvenes más empleados, el número de menores de 25 años que busca trabajo de manera activa sigue decreciendo. Así, el porcentaje de jóvenes valencianos que trabajan o que buscan trabajo activamente ha bajado del 41,2% a principios de 2014 al 39,9% en 2015.
En el caso de otro de los colectivos más desfavorecidos en materia de empleo, los parados de larga duración, con más de un año en el paro, las cifras son mejores: desde principios de 2014 se han reducido en 69.800 personas”. Además, los contratos temporales e indefinidos y los de jornada completa y parcial han evolucionado en la misma proporción: se mantiene el porcentaje de empleos a tiempo parcial y solo suben un punto los contratos temporales con respecto a principios de 2014. “Las cifras parecen corroborar una mejoría del mercado de trabajo que esperamos continúe durante los próximos meses”.
Ricos más ricos, pobres más pobres
Sin embargo, “los cinco años más duros de esta recesión económica han hecho más ricos a los ricos y más pobres a los pobres”, señalan los miembros del Observatorio de Investigación sobre Pobreza y Exclusión en la Comunidad Valencia de la CEU-UCH, Cáritas y FOESSA. Según apuntan, “el 10% de la población más pobre ha visto reducida su participación en la renta en un 9,35%, mientras que el 10% de la población más rica ha visto aumentar esa participación en un 6,16%”.
A ello se suma, por ejemplo, el aumento de la denominada “pobreza energética”, entendida como el número de hogares que no pueden mantener su vivienda a una temperatura adecuada en los meses de invierno, que ha pasado del 5,8% en 2011 al 18,8% en 2014. Además, el número de hogares con “mucha dificultad para llegar a fin de mes” se ha duplicado, superando el 20% en 2013.
Indicadores de privación
El informe de la CEU-UCH, Cáritas y FOESSA también analiza la privación desde el punto de vista de la estructura salarial, la cobertura de las prestaciones por desempleo, la media de las pensiones contributivas y no contributivas y de las prestaciones por dependencia.
También los pagos por vivienda son analizados desde la perspectiva de la privación: el 15,5% de los hogares de la Comunidad Valenciana presenta en 2014 retrasos en los citados pagos, frente al 10,2% en el resto de España. En estas viviendas con retrasos en los pagos reside el 18,3% de la población valenciana, alcanzando esta cifra su nivel máximo desde 2004. Las ejecuciones hipotecarias presentadas en sede judicial suben en 2014 un 19,8% respecto a 2013, mientras que en el conjunto de España bajaron un 2,3%.
