El Ayuntamiento ha reunido hoy a diversos colectivos y asociaciones para explicarles las formas en que podrán decidir las mejoras de esta zona del municipio, como ya ocurriera en el proceso para definir la reforma del Raval de Sant Josep.
La localidad de Onda ha iniciado hoy el primer paso dentro del proceso participativo que supondrá la redacción del nuevo plan especial para el casco histórico del municipio. El teniente de alcalde de Urbanismo, Carlos Prades, junto a diversos colectivos sociales y vecinales, se ha reunido hoy en La Cassola donde se han expuesto las distintas formas en que los vecinos y residentes podrán participar en el proceso y decidir las mejoras a realizar en esta área.
Prades explica que “se van a realizar distintos talleres, unos centrados en patrimonio, en arquitectura… Y los vecinos han conocido hoy con exactitud las alternativas y las formas de interactuar para que todas las decisiones sean consensuadas”. De esta forma, a través de un proceso abierto y continuado con reuniones y talleres, los vecinos tendrán voz y voto en este proceso que pretende redactar un documento para, a la vez, mejorar una de las zonas más emblemáticas y queridas de Onda.
De esta manera, los días 22 y 23 de noviembre se pondrán en marcha mesas sectoriales de trabajo y visitas al casco histórico para conocer sobre el terreno las mejoras que se pueden llevar a cabo. Además, el 6, 7 y 8 de diciembre habrá talleres desde las 10.00 a las 14.00 horas y de 16.00 a 19.00 de la tarde donde se trabajará en la participación directa de colectivos, vecinos y asociaciones. A partir del 15 de diciembre se expondrá en la Safona el resultado de las aportaciones de los vecinos.
El plan especial del centro histórico es una herramienta fundamental y necesaria para que la localidad pueda optar a ayudas de la Unión Europea, que a su vez los vecinos podrán usar para rehabilitar sus viviendas. Al mismo tiempo, el objetivo es que la Generalitat Valenciana declare la zona como área de rehabilitación especial, coordinar a todas las administraciones a través de dicho plan y obtener ayudas mayores. “Queremos dinamizar y poner en valor la zona más antigua de la localidad y seguir avanzando en este sentido”, explica Prades a la vez que “los vecinos puedan colaborar en desarrollar las posibilidades en el centro histórico de Onda tiene como recurso económico, cultural y social”.
Las actividades del plan de participación durarán dos meses e, incluso, tal y como apunta Prades, en diciembre se instalará una oficina del centro histórico, donde los técnicos redactores solventarán dudas e informarán a todos aquellos interesados sobre las cuestiones relacionadas con las actuaciones del casco histórico.
El responsable del Urbanismo en Onda recuerda que “no hay que olvidar que el centro histórico de Onda fue declarado BIC en 1967 y posee un elevado patrimonio histórico-artístico y queremos potenciar más todavía todas las singularidades de esta zona y convertirla en un referente, más todavía, del potencial que posee Onda”, señala.
Prades señala que “como ya ocurriera en el Raval, la participación es una constante del equipo de gobierno ondense, que busca una ciudad más amable y de todos”. Y es que cabe recordar, que antes de iniciar la reforma de la plaza del Raval de Sant Josep ya se acometió un proceso abierto a todos los vecinos, residentes y asociaciones del municipio para que pudieran opinar sobre las mejoras a realizar.
Ya entonces, las propuestas que hicieron los ondenses se incluyeron en el proyecto para reforzar la participación de los vecinos y “entre todos definir la ciudad en la que queremos vivir”, explica Prades.
