Noticias Castellón
viernes, 29 de marzo de 2024 | Última actualización: 10:45

El Archivo Municipal de Burriana digitalizará y difundirá el legado del Padre Vilallonga

Tiempo de Lectura: 3 minutos, 57 segundos

Noticias Relacionadas

El acuerdo permitirá guardar copias de textos, correspondencia, fotografías y dossieres de prensa internacional de gran valor cultural e histórico.

Castellón Información

Los hermanos Javier y Jorge Fuentes Monzonís-Vilallonga han firmado hoy un convenio con el alcalde, José Ramón Calpe, para permitir la digitalización por parte del Archivo Municipal de imágenes y documentos del misionero jesuíta burrianense Joaquín Vilallonga Vernia (1869-1936), Hijo Predilecto de la Ciudad. En la firma, además de los familiares del Padre Vilallonga y del primer edil, han estado presentes el concejal de Cultura, Enrique Safont y la archivera municipal, María Pilar Ramos, redactora del citado convenio.

El acuerdo permitirá guardar copias de textos, correspondencia, fotografías y dossieres de prensa internacional de gran valor cultural e histórico sobre la vida, obra y méritos del Padre Vilallonga, a quien el Papa Juan XXIII le concedió la medalla Pro Ecclesia et Pontifice, y que también mereció la Cruz de Isabel la Católica y el Premio Magsaysay en Filipinas, país en el que desarrolló gran parte de su misión religiosa como jesuíta en una leprosería.

El Archivo Municipal custodiará todas estas copias en formato digital, las custodiará y divulgará entre los investigadores y la sociedad en general, permitiendo así recuperar para las futuras generaciones la memoria del Padre Vilallonga.

Exposición en el CMC la Mercé

Los hermanos Fuentes, depositarios del material del museo privado dedicado al jesuíta –que fue propiedad de Eulalia Monzonís-, han alabado el trabajo de la archivera municipal y han agradecido a Calpe y Safont la colaboración e implicación del Ayuntamiento de Burriana en la tarea de difundir entre los burrianenses la importancia de la figura del Padre Vilallonga entre los burrianenses. En este sentido, gran parte del material a digitalizar, junto con otros objetos personales de Joaquín Vilallonga, formarán parte de una gran exposición durante los próximos meses en el Centre Municipal de Cultura la Mercé.

Por su parte, el alcalde y el concejal de Cultura han agradecido a los familiares del Padre Vilallonga la confianza depositada en el Ayuntamiento y en el Archivo Municipal y han destacado la profesionalidad de la archivera, y el esfuerzo realizado en los últimos años para ampliar estas instalaciones y dotarlas con los medios más modernos y adecuados, lo que ha multiplicado el número de donaciones de archivos particulares al Ayuntamiento.

Biografía

Joaquín Vilallonga Vernia nació en Burriana el 13 de agosto de 1868, concretamente en el número 6 de la calle Sant Agustí, hijo de Juan Vilallonga y Teresa Vernia. Estudió Bachillerato en Valencia, y en 1885 ingresó en la Compañía de Jesús, donde sus superiores le destinaron al estudio al apreciar sus dotes intelectuales. Posteriormente, continuó sus estudios de Filosofía y Ciencias en Tortosa, antes de su primera estancia como misionero en Filipinas, impartiendo clases de Matemáticas, Física y Teología en el Ateneo de Manila.

Más adelante, regresó a España para proseguir sus estudios de Teología en Tortosa y para su ordenación sacerdotal, que tuvo lugar el 28 de julio de 1901. Completó su formación teológica en la Universidad de San Luis (Missouri, EE UU), donde en 1903, en el transcurso de un acto, defendió de manera magistral 212 tesis impugnadas por otros teólogos, lo que le valió la felicitación personal del entonces presidente de EE UU, Theodore Roosevelt.

Joaquín Vilallonga volvió a Filipinas como profesor de Filosofía, Física y Química, y ocupando los cargos de rector del Ateneo de Manila y director del Museo de Ciencias Naturales de la misma ciudad. En 1917 fue nombrado superior de la Misión Jesuita de Davao y, en 1921, ya era el de toda la orden en Filipinas. Ese mismo año regresó a España con el cargo de Provincial de Aragón, aunque siguió viajando por Europa, América e India, donde fundó en 1934 una misión en Ahmedabad.

En 1945, el Papa Pío XII le concedió la Santa Cruz de Cristo y en 1948, tras pronunciar una oración en la tribuna del Senado de los EE UU, marchó definitivamente a Filipinas para atender por deseo expreso la leprosería de Culion. En 1959, a sus 91 años, recibió el prestigioso Premio Magsaysay en Filipinas y el Papa Juan XXIII le otorgó la medalla Pro Ecclesia et Pontifice. El 7 de septiembre de 1962, el Embajador de España en Filipinas le concedió la Encomienda de Isabel la Católica. A sus 94 años, tras una caída de la que no se recuperó, falleció el 1 de febrero de 1963. Sus restos reposan en el cementerio de Novaliches de Filipinas.