El nuevo técnico del Castellón aseguró que todo el maremágnum que se ha producido en el vestuario albinegro, a nivel de entradas y salidas en las últimas horas, es responsabilidad suya porque uno de los requisitos que le puso al presidente David Cruz para fichar por el equipo de la capital de la Plana era ese. Hacer un equipo de garantía para sacar al Castellón de ahí debajo. Lo dijo a pocas horas para el trascendental partido contra el Villarreal C, toda una final para los dos contendientes.
"He tenido que tomar decisiones importantes", destacó el entrenador del Castellón en rueda de prensa. Luego justificó sin pelos en la lengua la razón que le llevó a tomar decisiones drásticas con algunos jugadores. El preparador ilerdense, gato viento, señaló que ahora mismo el objetivo es sumar 43 puntos, y los quiere conseguir en las dieciséis últimas jornadas de Liga. Eso equivale en ganar ocho partidos, la mitad de los que restan por jugar.
"El presidente se tiene que preocupar de llevar bien la economía del club, que me consta que lo hace bien, y que pague a los futbolistas. Yo me encargo de la parcela deportiva. He tenido que buscar el equipo que a mi me parecía el más competitivo para reconducir la situación", expuso el técnico del Castellón.
"Han habido jugadores que me han pedido la baja y otros que directamente se la hemos dado nosotros. El que esté en la plantilla del Castellón tienen que estar a gusto, al doscientos por ciento. No gente a disgusto", dijo. Y por tal motivo de tantas salidas y entradas en el plantel. "El que esté en el once titular debe tener claro que si lo hace mal otro que está en el banquillo le puede quitar el sitio", aseguró.
Ramón Moya también dejó claro que "sobre mí pesa toda la responsabilidad de la estructura deportiva", porque "está en juego el futuro del Castellón". Y fue cuando comentó que en la plantilla había "gente no motivada, sin actitud para jugar", de ahí de las salidas. "Lo que quiero es que hayan 20 jugadores que quieran al Castellón, sientan estos colores, que se mueran con las botas puestas dentro del terreno de juego", aseveró.
"Nuestro objetivo es llegar al 11 de mayo dejando al equipo en Tercera División. El día 12 se me podrá decir de todo si no se consigue el objetivo, o me darán las gracias. Por eso quiero a un Castellón que salga a ganar todos los partidos; quiero a un equipo ganador". Por eso fijó en 43 los puntos que hacen falta para alcanzar la permanencia, restando dieciséis jornadas para la conclusión de la Liga. Por lo tanto hay que ganar ocho encuentros, la mitad de los que restan. Y el domingo llega el Villarreal C, otro rival que pelea por salir de los puestos de la parte baja de la tabla.
