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jueves, 28 de marzo de 2024 | Última actualización: 21:59

El pantalán del RCN Castellón que inauguró el rey Juan Carlos, a vueltas en los tribunales

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La Audiencia absuelve a dos técnicos porque, aunque cometieron errores del bulto, no se puede demostrar intencionalidad

La Audiencia Provincial de Castellón ha absuelto a dos técnicos de AT Control por el peritaje ‘erróneo’ que realizaron sobre las obras del pantalán que inauguró el Rey Juan Carlos en el RCN Castellón en 2002. Aunque los magistrados admiten que cometieron errores ‘de bulto’ en su asesoramiento al RCN Castellón para que demandara a la empresa constructora, indican que no puede demostrarse que cometieran ‘dolo’, es decir, que lo hicieran de mala fe. El pantalán que inauguró el rey en el RCN Castellón sigue dando vueltas en los tribunales.

Esperanza Molina/ Castellón Información

El pantalán central del RCN Castellón que inauguró el Rey Juan Carlos en 2002, sigue dando vueltas en los tribunales, esta vez, por la absolución de dos técnicos de AT Control, que peritaron en contra de la empresa constructora del pantalán.

Regata Costa Azahar 2001 RCN CS Rey Juan Carlos

La historia comenzó en 2001, con los momentos más brillantes de la Regata Costa Azahar de Castellón. Un momento que hizo historia en la ciudad porque por primera vez el rey Juan Carlos venía a Castellón en una visita no oficial, para navegar con su recién estrenado velero, ‘El Bribón’.

La Regata Costa Azahar ya era puntuable para el Campeonato de España de Cruceros, en solo dos años se había convertido en una de las competiciones deportivas más acreditadas de ámbito nacional, y en un espectáculo deportivo que atrajo hasta la capital de la plana a los mejores barcos y los regatistas más nombrados, entre ellos, los de la Casa Real española. Además, la regata ya tenía fama de divertida y hospitalaria, venir a Castellón era un destino obligado en aquel circuito de fórmula uno del mar.

Castellón se vestía de gala, el RCN Castellón estaba en todo su apogeo, más de 400 periodistas se acreditaban para cubrir el evento y miles de personas se concentraban en el muelle de costa para ver al monarca e, incluso, para felicitarle por su santo en la víspera de San Juan.

El Náutico de Castellón todavía conservaba aquel antiguo edificio que había hecho historia, tras inaugurarse en 1963… pero lo que muy pocos sabían entonces, es que el inmueble ‘estaba enfermo’. Las técnicas y los materiales de construcción de la década de los 60 y su ubicación, a pie de mar, había dañado toda la infraestructura y presentaba daños por aluminosis.

Fue entonces cuando el antiguo Club Náutico estrenó su nuevo galardón, y pasó a ser ‘real’, concesión que concede la Casa Real después de una abultada documentación.

Durante la competición, el monarca firmó en el libro de honor del Club y fue entonces cuando se le presentó el proyecto de las nuevas instalaciones que se iban a construir junto al antiguo edificio. "¿Nos hará el honor de inaugurarlo Majestad?", le preguntó el entonces presidente, Luis Larrea… y el rey preguntó: “¿Pero cuando pensáis inaugurarlo?". “El año que viene”, le respondieron. Dicen que el rey miró con incredulidad a los socios y contestó aquello de: “Si está el año que viene, yo lo inauguraré”.

Y así fue.

A lo largo de todo el año se realizaron las obras. Un nuevo edificio con planta baja y dos alturas, de diseño moderno, con zonas deportivas en tierra y con un ancho pantalán central, paralelo al muelle de costa. El orgullo de la recién estrenada corona del emblema del brillante RCN Castellón.

rey Juan Carlos con periodistas Costa Azahar 2002 CA

En junio de 2002 el monarca volvía a competir en Castellón y fiel a su palabra inauguraba el nuevo edificio del RCN Castellón, como da fe la placa situada a la entrada del edificio.

Es cierto que se había trabajado a destajo, y que la noche antes, mientras se llenaba la piscina todavía se estaban colocando los azulejos del vaso… Y que no todo estaba terminado. Por ejemplo, aquel pantalán principal no estaba acabado por completo. Faltaban detalles importantes que figuraban en el proyecto de obra y que fueron encargados a la empresa que desarrolló los trabajos, que debían de haberse completado después.

Pero como la ocasión lo requería, se aprovechó la regata para la inauguración y se realizaron unos orificios sobre el pantalán para que el embate de las olas no produjera daños en la estructura mientras se completaban los trabajos.

Pero esas obras no se completaron. Lo que ocurrió en aquel de entonces, es que la directiva del Club cambió. Cuando se realizó la asamblea los socios dieron la mayoría a otra junta directiva que cuestionó todo el trabajo realizado.

Comenzaron las discusiones, y de momento se dejó de pagar a la empresa constructora. La entidad, al no cobrar lo que se le había prometido suspendió los trabajosquedaron los orificios del pantalán y no se terminó el proyecto.

Así las cosas, la llegada de las lluvias y temporales propios de estas latitudes pusieron en tela de juicio el pantalán, cuando subía el nivel del mar y las olas barrieron la superficie… se originaban daños… seguían las críticas… los trabajos no se completaron y el 7 de octubre de 2009 el RCN Castellón presentaba una demanda contra la empresa constructora y la empresa que había dirigido y redactado el proyecto. Justificaron la demanda en base a los análisis y peritajes realizados por dos técnicos de la empresa AT Control, que señalaban que el proyecto  no se había redactado bien en orden a las características de la obra y a la cota de mar que marcaba la normativa. Dicho de otra manera, alegaban que el proyecto estaba mal redactado, que el pantalán estaba muy bajo para con el nivel del mar y los materiales utilizados no se ajustaban a los requisitos que presentaba la obra.

Comenzaban los pleitos. La primera sentencia daba la razón al RCN Castellón y obligaba a la empresa y técnico que habían redactado el proyecto y dirigido las obras a pagar por ‘estos errores’. De la misma forma, se condenaba a la empresa que lo había ejecutado y a la que el náutico había dejado de pagar lo convenido.

Tras el recurso de apelación presentado, la nueva sentencia contradecía a la original.

Por no liar demasiado la madeja en cuanto a los tecnicismos, el punto de conflicto giraba en torno a las normas que determinaban la altura idónea del pantalán sobre el mar y que debería haber condicionado el proyecto y su ejecución.

La empresa y el técnico que redactaron y dirigieron el proyecto alegaron en función de las referencias que les había dado el Puerto, y en torno a las normativas que imperaban para aquella obra. Los técnicos de AT control diferían en su apreciación señalaron que todos los índices y puntos de referencia eran los mismos o habían de coincidir… ¿o no?

Lo cierto es que esta vez el juzgado dio la razón al técnico y a la empresa que había redactado el proyecto, Comaypa. No se apreciaban los errores o disfunciones que habían peritado los técnicos de AT Control. El proyecto estaba bien redactado, se había ajustado a lo que tocaba…

No se entró entonces en que la obra estaba sin acabar, o en los orificios que se habrían realizado para mantener el pantalán en tanto se completaran los trabajos. El mal estaba hecho, porque el pantalán se inundaba. Por esta razón, aunque se absolvía a la empresa redactora del proyecto y al técnico, se le condenaba de forma subsidiaria con la empresa que había realizado las obras.

Pero lógicamente la historia no acabó aquí. La empresa Comaypa demandó por lo penal a los dos técnicos de AT Control, que con su peritaje había iniciado todo aquel engorroso asunto. En su acusación venía a poner de manifiesto, que puesto que el proyecto era correcto y no se habían cometido errores en las mediciones y en cómo debían de haberse desarrollado las obras, los peritajes de AT Control estaban mal realizados con ‘errores de bulto’ tan enormes, que se entendía que había habido una falsedad en sus apreciaciones y por tanto una intencionalidad para beneficiar al Club Náutico en su demanda y perjudicar los intereses económicos de Comaypa.

El resultado de este nuevo capítulo era un juicio oral abreviado contra estos dos técnicos de AT Control, en el que tanto la Fiscalía como Comaypa ejercían de acusación pública y particular.

La sentencia, que ya es firme porque no ha sido recurrida, viene a confirmar que el peritaje de los dos técnicos, ingenieros de Caminos Canales y Puertos de AT Control, adolecía de fallos enormes en todos los sentidos.

El documento de los magistrados vuelve a dar la razón a Comaypa en lo que concierne al proyecto redactado, que es correcto en todas sus apreciaciones.

Pero, pese a todo, los magistrados absuelven a los dos técnicos de AT Control porque, aunque peritaron mal, al tratarse de un juicio penal debe demostrarse que falsificaron intencionadamente sus observaciones o que de forma intencionada dieron resultados inadecuados. ¿Fue un error porque no sabían o porque no trabajaron correctamente o porque había intención de causar daño? ¿Lo habían hecho a posta para proteger la intervención de AT control en todo este conflicto?

Según la acusación si, porque como coloquialmente afirmaron fuentes consultadas, un profesional debe responder de sus decisiones y de su trabajo… y no se puede ser tan burro. Pero la Audiencia no opina lo mismo, prioriza la presunción de inocencia.