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jueves, 28 de marzo de 2024 | Última actualización: 19:48

Un estudio revela que se ha reducido un 40% el tratamiento del infarto durante el estado de alarma

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Los médicos aseguran que la atención temprana es vital  porque aumenta las posibilidades de supervivencia

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La pandemia por Covid-19 está teniendo un doble impacto en la salud. De un lado, están las consecuencias por infección del virus. De otro, se está viendo que el miedo a contagiarse de covid-19 lleva a muchos a retraerse ante la necesidad de acudir al hospital o a una consulta médica ante determinados síntomas o para el seguimiento de enfermedades que precisan control médico.

Tanto es así que el miedo a ser infectado con el coronavirus está provocando que pacientes que necesitarían una rápida intervención médica por infarto se queden en casa. Esta es una de las conclusiones del estudio que ha desarrollado la Asociación de Cardiología Intervencionista de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), cuyos datos señalan una reducción del 40% en el tratamiento del infarto durante el estado de alarma.

La situación es preocupante porque aumenta el riesgo de mortalidad, ya que no es que se produzcan menos infartos, sino que no se acude a los centros hospitalarios en cuanto aparecen los síntomas. Y precisamente la atención temprana es vital, literalmente, en este caso, porque aumenta las posibilidades de supervivencia. Además, una intervención rápida puede reducir secuelas y favorecer la recuperación.

En este sentido, es importante resaltar que existen complicaciones de salud denominadas tiempo dependientes. Es decir, que se establece un tiempo acotado para intervenir y reducir las secuelas. En el caso de los infartos, por ejemplo, «una actuación durante los 90 minutos posteriores a la obstrucción de la arteria que se ha producido puede eliminar el daño en el corazón», explica el Dr. Pedro Rollán, director médico de Vithas Valencia 9 de Octubre.

Sin embargo, "la tardanza en la intervención puede llevar a una pérdida en la capacidad de contracción del corazón de hasta un 40%" De igual forma, en el caso de los Ictus, existe una  "ventana de actuación" limitada en el tiempo durante la cual se trata de disolver el coágulo que ha producido el accidente cerebrovascular.

Complicación en patologías comunes

Además de patología cardiovascular, durante estos meses también se están viendo complicaciones en patologías que hasta la situación de pandemia tenían fácil tratamiento. Apendicitis, por ejemplo, que en condiciones normales se trataban ante los primeros síntomas abdominales, llegan ahora tras un período innecesario de evolución, con pus, flemonosas (la mucosa ha comenzado a presentar pequeñas ulceraciones), lo que condiciona su tratamiento y pronóstico.

Hospitales seguros

Este escenario llevó a Vithas, desde el 17 de abril, fecha en la que la Conselleria de Sanitat permitió la vuelta paulatina a la actividad ordinaria de los hospitales, a poner en marcha un exhaustivo plan de seguridad tanto para pacientes como para profesionales.

"os 20 hospitales Vithas son espacios seguros y estamos preparados para volver a cuidar la salud de las personas que, a causa de la epidemia, y ya sea por temor o por la obligada desprogramación de la actividad no urgente, han demorado la visita al médico. Gracias a nuestros protocolos, estamos listos para retomar la actividad ordinaria con todas las garantías de seguridad con arreglo a las indicaciones del ministerio y las consejerías de salud", explica el doctor David Baulenas, director corporativo asistencial y de investigación de Vithas.

"Los estrictos procedimientos que hemos implementado siguen todas las recomendaciones de las autoridades sanitarias y las sociedades científicas, y nos permiten proporcionar espacios seguros en todos los servicios e instalaciones, así como medios de protección personal para pacientes y profesionales", afirma el doctor David Baulenas, director corporativo asistencial y de investigación de Vithas.

Así, el Grupo ha realizando test masivos de detección del virus en todo el personal, que está dotado de todas las medidas de autoprotección necesarias, incluidos los EPI en los profesionales que tratan a pacientes covid-19 o con sospecha de padecerlo. Del mismo modo, se suministrarán mascarillas y gel hidroalcohólico a todas las personas que acudan al hospital por cualquier motivo.

Fase pos-covid

Con el objetivo de prepararse para la fase pos-covid-19, junto al refuerzo general de la limpieza y desinfección y de la señalización de las medidas de seguridad y protección personal, Vithas ha establecido los siguientes protocolos específicos para cada área del hospital:

En el área de urgencias se han implantado dos circuitos diferenciados, uno para pacientes con infección respiratoria (que podría ser covid-19) y otro para las personas con otro tipo de síntomas. El paciente será dirigido a uno u otro circuito según corresponda en cada caso concreto. Si el paciente acude a urgencias por un motivo distinto a la infección respiratoria, no coincidirá en ningún caso con los pacientes sospechosos de covid-19, evitando así el riesgo de contagio.

Respecto al área quirúrgica, Vithas reserva una parte de los quirófanos, equipos profesionales y materiales para pacientes Covid-19, destinando la mayoría de estas instalaciones a los pacientes de otras patologías. Como siempre, la decisión sobre la necesidad de realizar una intervención será determinada por el cirujano en función de la situación del paciente y, llegado el caso, se realizará con los rigurosos protocolos establecidos por la Asociación Española de Cirujanos, entre las que figura realizar test PCR previos a los pacientes de riesgo.

En el área de consultas solo se atenderá a personas sin sospecha de Covid-19, se espaciará el horario de las citas para que el número de personas que coincidan en las salas de espera permita mantener la distancia de seguridad, que también se han señalizado entre los asientos; se ha reforzado el uso de sábanas desechables y los dispensadores de gel hidroalcohólico, y se han retirado folletos, revistas y cualquier material que pueda ser vector de transmisión del virus. Los mostradores de admisión están protegidos con mamparas y se señaliza la distancia de seguridad en las filas.