Consenso para ‘La declaración de Gredos’, el ocho de marzo, el apoyo al sector cerámico y la jubilación anticipada
El PP tuvo que dar la vuelta a su moción y renunciar a ’la exposición de motivos’ para sacar adelante por unanimidad una propuesta en la que se solicita al Gobierno Central la inversión necesaria para recuperar la calidad de los Cercanías de Castelló. También hubo consenso en ‘la Declaración de Gredos’, por la despoblación, el ocho de marzo, el apoyo al sector cerámico y las jubilaciones anticipadas sin recorte de pensión. Los estudiantes de periodismo de la UJI siguieron la sesión y el presidente les puso deberes.
Esperanza Molina/ Castellón Información
El pleno ordinario de la Diputación Provincial fue largo. Era previsible que lo fuera, por lo que el presidente, José Martí, ya avisó desde el principio, se controlarían los tiempos y pedía que los diputados fueran más breves para no prolongar la sesión de lo necesario. Y los diputados lo cumplieron, aunque no en todo momento, con alguna protesta por parte de Aguilella de que el presidente tenía más manga ancha con los suyos. No pasó a mayores.
El salón estaba lleno. Entre los asistentes, los alumnos de Periodismo de la UJI, a los que el presidente puso ‘deberes’ y los que solicitaban que se pidiera al Gobierno que los jubilados con más de 40 años cotizados que se jubilaran con anticipación no sufrieran recortes en sus pensiones. Se aprobó.
Mejora de la calidad de los cercanías con ingeniería política del PP
El punto más interesante, por lo que se refiere tanto a las anécdotas como a la ingeniería política desarrollada por el Grupo Popular, fue el relativo a la moción del PP en la que solicitaba al Gobierno de España “la inversión necesaria para impulsar el Plan de mejora de calidad de Cercanías en la Comunitat Valenciana2017-2025 y solventar los problemas de cancelaciones y retrasos en el servicio de Cercanías”.
Sobre este particular cabe hacer alguna aclaración inicial para poder comprender cómo se pasó de una moción a un acuerdo por unanimidad, porque, para ser justos, todos los grupos políticos compartían el fondo de la cuestión, pero no las formas.
Y es que el Grupo Popular ha convertido el problema de los Cercanías en una reivindicación política y propia, para poner en evidencia el acuerdo de Sánchez con Cataluña y la ‘pasividad’ del presidente de la Generalitat Valenciana para conseguir las mismas ventajas.
Cabe recordar, que ayer los presidentes del PP en la Comunitat Valenciana y de la provincia de Castellón convocaban a los periodistas en la estación de Adif, en la capital de la Plana, para evidenciar los problemas de los Cercanías, pero también, para atacar a Puig y Oltra de quienes dijeron, ‘se habían fugado’ de la Comunitat para no dar la cara ni aportar soluciones.
Con estos mimbres, no es extraño que el Grupo Popular rechazara la propuesta que le habían realizado los grupos del equipo de Gobierno, para convertir la moción en una declaración institucional.
La diferencia reside fundamentalmente, en que la moción es presentada por los grupos y contiene una exposición de motivos que cada agrupación aprovecha para hacer política sobre la política, antes de la presentación de las propuestas. La declaración es mucho más ligera, carece de ese contenido ‘acusativo’ y se centra más en los objetivos concretos.
Y como reconocía el portavoz del grupo, Vicent Sales, su grupo quería debate. Una moción se puede prestar fácilmente a ello, pero una declaración institucional, previamente consensuada, apenas se queda en una explicación de voto tras la votación.
Así estaban las cosas cuando comenzó el debate de la moción, que evidenció la identidad y líneas de cara uno de los grupos políticos. Ciudadanos acusó a PP y PSOE de haber gobernado a espaldas de los ciudadanos sin solucionar problemas reales.
Compromís, denunció que durante años, tanto PP como PSOE habían apostado por enormes infraestructuras de alta velocidad que no resolvieron el Corredor Mediterráneo, y que habían descuidado y afectado negativamente a los sistemas de comunicación de cercanía en la provincia de Castellón, con enormes consecuencias para sus vecinos.
El PP, por su parte, llegó donde quería llegar: a denunciar la enorme presión y las críticas que recibieron cuando gobernaban, por parte de la oposición. Y la pasividad con que el gobierno del Pacto del Botánico contempla ahora los problemas, sin mostrarse reivindicativos ante Madrid.
Evidentemente, por parte del PSOE se le dio la vuelta a la tortilla, y acusaron al PP de no haber realizado la doble plataforma del Ave entre Valencia y Castellón, y de haber puesto en servicio un sistema de ‘tercer hilo’, caro, poco eficaz y, además técnicamente tan complejo, que se ha cargado el sistema de comunicaciones de proximidad.
Así estaban las cosas cuando, en el turno de réplica, el Grupo Popular ofreció modificar su moción para conseguir el apoyo de toda la corporación. Si, como habían escuchado, el impedimento estaba en la exposición de motivos y no en los objetivos planteados, los populares estaban por la labor de suprimir esta exposición de motivos para conseguir el consenso.
Compromís abría los ojos como platos y asentía con la cabeza, la oportunidad era total para poder defender un tema en el que todos compartían lo mismo.
Pero al PSOE, último en intervenir, le pilló un poco a contrapié. Merche Miralles, que había preparado la batalla contra la moción y el oportunismo del PP para hacer sangre por el tema de las cercanías, no podía parar en seco. Siguió acusando al PP, y concretamente a Sales, mientras iba asumiendo la propuesta, y mientras el resto de la Corporación la miraba interrogante. Con cada mención, el portavoz del PP levantaba la mano y pedía la palabra por alusiones, el presidente sonriente negaba con la cabeza. Sales insistía… es por alusiones, Jose Martí denegaba, “no hay alusiones ya hablara en ruegos y preguntas”… y así hasta cinco veces, mientras Merche Miralles intentaba pensar con velocidad para adaptarse a esa nueva situación… Y tanto fue así, que acabó a trompicones y casi de forma tajante.
El presidente, simplemente la miró y dijo: “Vale”. Los diputados estallaron en risas.
José Martí retomó el tema de fondo y puso orden. Preguntó entonces al PP si estaban dispuestos a suprimir la parte de la moción de la exposición de motivos. Y como estos estuvieron de acuerdo, declaró la modificación de la propuesta, preguntó a los portavoces y sometió la moción a votación. Se aprobó por unanimidad.
Apoyo al sector cerámico
A continuación, se abordó la moción de apoyo al sector cerámico, presentada por Ciudadanos, que llegaba con una enmienda de adición del PP; que se aprobó por unanimidad. Y se rechazó de forma contundente la segunda propuesta del grupo naranja para fomentar el conocimiento del medio rural y de la vida en el interior de la provincia. El presidente, José Martí rogó personalmente a los de Ciudadanos que retiraran la moción porque su contenido se prestaba a muchas confusiones, para poder estudiarla y completar una propuesta más firme entre todos los grupos, de forma que pudiera llegar como una declaración institucional al próximo pleno. Pero el grupo naranja se negó.
Solo los dos diputados de Ciudadanos respaldaron la moción y el resto de los grupos: PP, PSOE, y Compromís, votaron en contra.
Lo más destacable fue el discurso del diputado popular que vino a recordar a Ciudadanos, que los habitantes del interior son gente normal. Que lo que necesitan es que se mejoren ciertas condiciones de vida para que la gente no se vaya, no que los exhiban como una atracción de feria por unas horas, y los conviertan en un parque temático.
La deuda, el IVA, la moción de censura y los presupuestos de Sánchez
Y se lio parda con dos propuestas debatidas conjuntamente y votadas por separado. La primera presentada por PSOE y Compromís reclamaba un nuevo modelo de financiación, el reconocimiento de las inversiones justas, la deuda histórica y la recaudación del IVA”. Y la segunda, la presentada por Populares y Ciudadanos, “solicitando al Gobierno de España la devolución inmediata del IVA del 2017 a la Comunitat Valenciana”.
Este debate se convirtió en un intercambio de acusaciones sobre quien hizo más, si Rajoy o Sánchez; sobre la moción de censura que motivó el cambio de Gobierno; sobre los apoyos que dieron el poder a Sánchez, pero no respaldaron sus presupuestos, y según el PSOE, sobre la mala gestión popular y la culpa de los del PP, por no haber votado a favor de los presupuestos de Sánchez. Mucho de lo mismo y poco más.
La moción de PSOE Compromís fue aprobada por mayoría por el equipo de Gobierno que rechazó la propuesta de populares y Ciudadanos.
