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jueves, 25 de abril de 2024 | Última actualización: 21:02

Se equivocan el PP y Ciudadanos: sin Vox, el riesgo es excesivo

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Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.

A veces la soberbia y la autosuficiencia son malas compañeras de viaje en unas elecciones.

El centro-derecha español, no quiere aprender y se empeña en satanizar a los únicos compañeros de viaje que pueden ayudarles a conservar el control político en Galicia y a ganar mucho peso específico tanto en el País Vasco como en Cataluña, de cara a los próximas elecciones autonómicas.

Feijoo, después de haber conseguido unas mayorías consecutivas en Galicia, persiste en la convicción de revalidarla, prescindiendo de formar candidaturas conjuntas con sus semejantes, tanto por la derecha como por la izquierda, para consolidar una mayoría absoluta de cara a las elecciones del 5 de Abril.

No se percata del evidente riesgo de perder el Gobierno Gallego frente al Frente Popular formado por las Mareas de Podemos, el Partido Socialista Gallego y los independentistas del BNGA, que son ya socios declarados y enemigos conocidos, en su carrera por el poder político en las instituciones gallegas.

Ciertamente, ese proyecto de España Suma, formado por los tres partidos de Centro –Derecha (PP-Vox y Ciudadanos) tiene muy pocas probabilidades de poder alcanzar una mayoría suficiente, para poder gobernar tanto en Euskadi como en Cataluña, pero al menos de lo que no cabe la menor duda, es que cada escaño que se consiga en esas circunscripciones, significaría restarle poder al Frente Popular en esas dos Comunidades Autonómicas y estar más fuerte en el ejercicio de la Oposición, de cara a un presumible enfrentamiento entre los componentes de un Gobierno de Extrema Izquierda e Independentistas, que nunca podrán lograr sus objetivos de Independencia por no disponer de los escaños suficientes para someter a una consulta popular a todos los españoles.

La cuerda tiene que romperse en cualquier caso, entre una izquierda radical dispuesta a ceder en todo lo que pueda dentro de la legalidad vigente, para mantenerse en el poder, pero que siempre tropezará con la imposibilidad constitucional de poder permitir esos ansiados referéndums autonómicos (que solo podrían darse a nivel nacional) y unos Independentistas cansados de esperar que, quieren para ya, lo que no conseguirán nunca, en mi opinión.

Precisamente por eso, cuando se de esta situación que yo estimo se va a dar en la presente Legislatura, cuando mayor peso político se tenga en todas las autonomías, más fácil será poder encontrar una solución con el constitucionalismo, incluyendo a los socialdemócratas y excluyendo a un “sanchismo” que acabará desprestigiado y abandonado por los neo comunistas de Podemos y los Independentistas burlados y cansados de esperar promesas de imposible cumplimiento.

¿Por qué esa intransigencia del PP y sobre todo de Ciudadanos con Vox, cuando este partido les ha permitido y está permitiendo gobernar en Madrid, Andalucía, Murcia y Castilla-León, sin pedirles nada a cambio?

De persistir con esas actitudes intransigentes no solo pueden perder todo ese poder autonómico, sino incluso Galicia y mayor peso específico en Euskadi y en Cataluña, que es el único lugar donde Ciudadanos tiene mayor representación institucional que el PP y Vox y donde más probabilidades tendrían de poder ganar sumando los tres partidos, sin que sean muchas esas probabilidades.

Si esperan a sumar después de las elecciones, lo que hoy es una probabilidad, mañana será un imposible.

Mucho más lejos de lo que están entre sí Ciudadanos y Vox estaban en las últimas elecciones PSOE y Podemos y han acabado pasando por la “vicaría política” para contraer un matrimonio de conveniencia antinatural, entre Constitucionalistas declarados (PSOE) y enemigos de la Monarquía Constitucional (Podemos) que ahora una vez conseguidos los sillones que buscaban, aplauden a rabiar los discursos de Felipe VI, demostrando su teoría política del dame pan y llámame tonto.

Esperemos que nuestra derecha recupere el sentido común y encuentren la forma de llegar a  acuerdos mucho más lógicos y naturales, para reconstruir lo que en su día fue un solo partido, el PP de Aznar, que ganó por mayoría absoluta a la izquierda española, corrupta y desembrada entre un socialismo felipista agotado y un comunismo carrillista, obsoleto.

¡Ojalá se imponga el sentido común y se prescinda de los personalismos irracionales y egoístas!

Hasta la semana que viene amigos.