Las misioneras Dominicas del Rosario celebran este año el centenario de su fundación, por ello el colegio Villa Fátima de Burriana se ha volcado con la organización de los actos para la conmemoración.
Como señalan desde el colegio la tan esperada fecha del 24 de febrero, festividad de Flori, ha llegado y toda la comunidad educativa del Colegio Villa Fátima lo está celebrando. El reencuentro entre compañeros y antiguas alumnas ha empezado a las diez de la mañana frente a la residencia de las Hermanas Dominicas, para celebrar todos juntos en la parroquia de María Auxiliadora el centenario de las Misioneras Dominicas del Rosario en el día de su fundadora.
De vuelta al colegio, unas palabras de agradecimiento de la alcaldesa de Burriana, Mª José Safont, de Carmina, la directora provincial de las Hermanas Dominicas y del director del centro, Manuel Ortiz han dado paso a la presentación musical de una versión del himno del centenario y diversas actuaciones y juegos para los más pequeños. El colegio les ha obsequiado con una litografia conmemorativa de J. Dualde.
Un vino de honor ha abierto el mediodía para dar paso a la comida de fraternidad en el patio de las hermanas para celebrar todos juntos el Centenario en el día de la Madre Ascensión Nicol.
Desde la Comunidad de religiosas, la supervisora Milagros Armendáriz, que durante trece años estuvo al frente del Colegio Villa Fátima como directora, explica la ilusión y satisfacción que le produce ver cómo el relevo que dejó hace tiempo sigue el camino que trazó en su día. La gran emoción con la que espera la celebración del sábado 24, porque supone el reencuentro con las antiguas alumnas del colegio, que tantas alegrías y desvelos le regalaron en los días de valores compartidos y por la educación recibida.
En esta jornada, el Padre Vicente Botella, decano de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de Valencia, ha celebrado la eucaristía donde todos han tenido presentes el proyecto solidario con el que la Comunidad Educativa del Colegio Villa Fátima se está volcando.
Se trata de un colegio internado puesto en marcha en Kawant Gujarat, India, que pertenece al distrito de Chotaudepur, y consta de 173 aldeas con muy pocas escuelas y dificultades de acceso a las mismas.
La presencia de las Misioneras Dominicas españolas en la India es de hace más de 60 años. Hoy son 67 hermanas, 5 novicias y 7 aspirantes. Una de las trece misiones que atienden es la de Kawant, donde llevan 28 años, y que comenzó su proyecto asistencial con escuelas de nivel básico hasta llegar a la actualidad con 80 niñas en internado de segundo a décimo grado, con dos ex alumnas que ahora son misioneras dominicas.
Para las Hermanas Misioneras la presencia de la Madre fundadora Ascension Nicol se vive con serenidad y agradecimiento. Como referente desde la juventud en cada una de las etapas de la formación religiosa y del trabajo dedicado los demás. En palabras de la propia madre Milagros Armendáriz es "una vida entregada a Dios de combinación de contemplación y acción. Dar a los demás lo contemplado". La comunidad educativa del colegio solo puede agradecer a las hermanas su presencia, siempre referente, con la figura de Flori como símbolo.
