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viernes, 19 de abril de 2024 | Última actualización: 21:59

Alondra Bivolaru, una lateral del Balonmano Castellón que va para médico

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Andrés Querol/Vicente Pla/Castellón Información

Alondra Bivolaru inicia su andadura en el mundo del balonmano en el conjunto castellonense, en el que va quemando etapas y cuando llega a la edad juvenil y en su último año alterna los entrenamientos  con el equipo sénior. “Cuando finalizo la etapa juvenil paso a formar parte del primer equipo y hasta ahora que se cumple la segunda temporada”, explica Alondra Bivolaru.

La jugadora, que habitualmente ocupa la posición de lateral izquierdo, hizo sus pinitos en su etapa infantil en el pivote, pero volvió a la primera línea. Le preguntamos si en alguna ocasión había pensado en desplazarse a jugar en el extremo: “No. Mis condiciones físicas no son las idóneas, soy muy alta y mi mayor rendimiento está en el lateral, aunque sí que es verdad que me hubiese gustado, pero ni aquí ni en Cheste lo contemplaron”.

Alondra Bivolaru cursa segundo de medicina y queremos conocer como compagina los estudios con los entrenamientos y partidos que llevan bastante tiempo de dedicación: “Pienso que es una cosa que si te gusta puedes compaginarla perfectamente, si te organizas bien se pueden hacer bien las dos cosas, además el balonmano es una válvula de escape”.

Es el momento  de hablar de posibilidades de ascenso: “Creo que la pasada temporada teníamos posibilidades, pero este año veo al equipo como más maduro. Después de las experiencias de otros años y del trabajo realizado durante la Liga estamos bien físicamente, creo que este es el año porque sabremos cómo afrontar la competición”.

Quizás uno de los puntos frágiles del equipo  son esos minutos de desconexión si el encuentro es muy favorable y también lo que en otros momentos les cuesta a la jugadoras entrar en el partido: “Eso nos pasa  en ocasione espero cuando nos ocurre el banquillo está en alerta y el entrenador nos vuelve a la realidad entonces vamos al doscientos por cien y la situación vuelve a la normalidad”.

Por otra parte esto es normal porque no hay ningún equipo  que durante todo el partido mantenga ni el ritmo de partido  ni el nivel de intensidad, ni tan siquiera la concentración necesaria.

Una de las constantes en todas las jugadoras es la unión, el grupo, la amistad, es cierto que el equipo es joven pero hay edades diferentes: “Cuando llegue al equipo me aceptaron, como aceptan a todo el mundo y en ocasiones quedamos todas y hacemos grupo”.

Le comentamos a la jugadora que puede dar mucho más, que como dice su entrenador, inicie el despegue y pueda demostrar toda la calidad que atesora: “Es cuestión de confianza. Al principio de la temporada nada tiene que ver como los partidos del final de la misma. Quizás tenga miedo a fallar y por eso confío más en la compañera que tengo al lado. Es un aspecto que debo trabajar”.

Miramos de reojo el futuro y Alondra Bivolaru, con toda lógica, tiene claras sus prioridades, en primer lugar sus estudios de Medicina, pero como decía en un principio estos necesitan una válvula de escape y para ella la mejor es el balonmano.