Cristina Fernández. Portavoz de Cs Diputación Castellón y coordinadora provincial
1 de Enero. Año nuevo y, ¿vida nueva? Esperemos que así sea. Aunque el 2021 podemos decir que nos llegó por adelantado, concretamente el 27 de diciembre con la vacunación de Araceli, residente de los Olmos de Guadalajara y de 96 años.
Ella es la imagen de la esperanza. Una persona de a pie convertida ya en casi todo un personaje histórico y que a buen seguro nuestros nietos estudiarán dentro de unos cuantos años. Como nosotros, estudiamos la gripe española y sus consecuencias.
Con la vacunación de Araceli y todos los que la han seguido, estamos un poquito más cerca de despertar de esta pesadilla, vemos la luz al final del túnel. Pero ello no significa que nos podamos relajar. La vida no va a volver a ser la de antes de la noche a la mañana. Queda un largo camino para vernos las caras de cerca y de lejos, recuperar el contacto, abrazar y besar sin miedo, celebrar fiestas populares, viajar libremente, bailar hasta que nos duelan los pies, coleccionar atardeceres y amaneceres, reír y llorar de alegría... Momentos que hasta hace unos meses se diluían en una rutina frenética y que ahora, echamos de menos como agua de mayo. Sin embargo, cuando todo esto ocurra volverá a ser Navidad
Pero lo vamos a conseguir, pese a todo y pese a todos. Porque la gestión ha dejado mucho que desear. Desde el minuto uno hasta el principio del fin. Y es que ni con el proceso de vacunación, el gobierno Central ha sido capaz de desprenderse de su ego y de su propaganda. Por no hablar de la incertidumbre, falta de planificación y confinamientos a la carta promovidos por Sánchez y cía, que han preferido lavarse las manos como Poncio Pilatos a liderar la crisis sanitaria, económica y social que azota España.
Por todo ello, les deseo para este año nuevo que acabamos de comenzar mucha salud y prosperidad.
