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miércoles, 24 de abril de 2024 | Última actualización: 00:11

Juan Carlos I, el Rey que quería ser tratado como 'uno más’ en la provincia de Castellón

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La monarquía en Castellón, dos caras y muchas anécdotas para definir el impacto de su figura histórica

La abdicación del Rey Juan Carlos, ha sido la bomba informativa de la jornada, y ha abierto de nuevo la tan traída polémica: monarquía o república. Pero también deja abierta otra pregunta ¿Juancarlista o monárquico?. Tanto el Rey Juan Carlos como el príncipe Felipe han visitado oficialmente Castellón, y han estado en la ciudad de forma privada. El rey cuando navegaba en Castellón, solo quería ser uno más, y cuando podía, se escondía de autoridades y compromisos en la sala de prensa. El príncipe Felipe siempre lo tuvo más difícil, pero con solo una sonrisa y una fotografía,  conquistó a la secretaria de toda la vida del Club Náutico Castellón.

Esperanza MolinaCastellón Información

Juan Carlos I ha visitado varias veces la provincia y la ciudad de Castellón, unas de forma pública, junto a la reina Sofía y otras de forma privada, coincidiendo a veces con otros miembros de la familia real.

Visita de los Reyes a Castellón- Nocla Films 1976
Visita de los Reyes a Castellón- Nocla Films 1976

Castellón, liberal o conservadora, monárquica o republicana, se ha volcado siempre con la figura de Juan Carlos I cuando ha tenido ocasión de acogerlo en la ciudad.

Visitas oficiales

Vídeo de la visita realizada en diciembre de 1976 (Vicente Alcon- Nocla Films)

La primera visita oficial de los Reyes de España, se realizó en diciembre de 1976. Fue un viaje de reconocimiento a la provincia de Castellón, grabado por NoclaFilms, cuyo enlace figura en esta información. Los Reyes, recién estrenados en su cargo, visitaron la provincia en coche, y fueron recibidos en Nules, donde visitaron la Sociedad Naranjera de Exportación agrícola San José de Nules, fundada en 1963. Fueron posteriormente a Burriana, y también hicieron alto en Vilarreal, donde visitaron la Basílica de San Pascual. En aquel viaje relámpago, visitaron una fábrica de azulejos, pararon en Castellón, capital de la Plana, que resulta casi imposible de reconocer 38 años después; y finalizaron su visita en Morella, donde también estuvieron en la arciprestal.

Visita Reyes España Castellón 1976 Nocla Films
Visita Reyes España Castellón 1976 Nocla Films

Inauguración de la Basílica de San Pascual

La siguiente visita oficial del Rey Juan Carlos tardó mucho en producirse. Fue en 1992, a la inauguración de la basílica de San Pascual, donde se produjo algún 'rifi-rafe' entre las autoridades eclesiásticas. El obispo de Castellón, José María Cases, quería presidir el evento eucarístico, pero el Rey también quería tomar contacto con Vicente Enrique i Tarancón, que había sido un personaje representativo y fundamental en la historia de la España de la transición. Finalmente, se llegó a un pequeño acuerdo con los protocolos. El obispo presidió la eucaristía, pero el cardenal Tarancón, el menos interesado en los protagonismos, también tuvo su lugar de honor.Juan Carlos I en Villarreal 1992 B

Juanito ¿Quieres tomar algo?

Un año después, los reyes de España Juan Carlos y Sofía retornarían a Castellón, para poner la primera piedra de la Universidad Jaume I de Castellón. Fueron recibidos en el Ayuntamiento de la ciudad por el alcalde, José Luís Gimeno, y firmaron en el libro de la ciudad. Una de las anécdotas de aquella visita fue el momento de descanso que tuvieron en el despacho del alcalde, donde la reina preguntó a su marido: “Juanito, ¿Quieres tomar algo?”. Y se obsequió al rey con un zumo de naranja.

Juan Carlos I en Villarreal 1992Se especuló entonces con otra posible visita oficial, para la inauguración oficial de la estación soterrada de Castellón. Se había realizado una primera inauguración por el ministro de Fomento, Arias Salgado, que realizó la primera visita de inauguración. Pero Castellón quería más… pero si en algún momento se llegó a preparar algo, poco después quedó completamente descartado cuando cayó la primera tromba de agua. El túnel de la Estación, recién inaugurada se inundó en plenas fiestas josefinas por una gran tormenta. La estación tenía goteras. El cuadro eléctrico para desaguar el túnel a su paso por debajo de la ronda sur estaba ubicado a ras de suelo. Cuando se mojó, al principio de la tormenta, se pararon las bombas.  El orgullo de Castellón, su estación, fue objeto de todo tipo de burlas e incluso, llegó a rebautizarse como ‘La estación acuática de Castellón’.

Aunque no hubo más viajes oficiales, el rey Juan Carlos si llegó a estar más veces en Castellón, en ‘visita privada’, lo que significaba en principio: ‘nada de protocolos’.

Castellón, Juancarlista

Castellón podía ser o no monárquica, pero una cosa si era segura, era tremendamente juancarlista, al menos por entonces.CA43ET

La primera visita privada del rey, fue para estrenar un barco de competición, El Bribón, construido por un ingeniero de Castellón.

Castellón apostaba fuerte por el sector del deporte como un motor de turismo e imagen provincial. En aquel momento se había creado el Campeonato de España de Crucero para barcos de alta competición. En este circuito uno de los barcos más punteros era el Costa Azahar Porcelanatto del castellonense Vicente Tirado, que era además, amigo y adversario del rey en el campo de regatas. Castellón apostó fuerte por este campeonato a través de la Regata Costa Azahar, con el patrocinio de la diputación provincial. En su cuarta edición, la Regata Costa azahar se había convertido en una regata puntera y competitiva.

El barco del rey, el Bribón, se estrenó en la 4ª Regata costa azahar del año 2000.

El rey quería ser uno más

CA7Aparte de las medidas obligadas de seguridad en un momento en el que el terrorismo era todavía una gran amenaza, las pautas que marcaba el personal de la Casa Real era claro: El rey quería ser uno más. Eso significaba, no modificar procedimientos habituales, no alterar la programación por la presencia del rey, e incluso, pasar de protocolos oficiales, para disfrutar de la gente de Castellón y de los compañeros de navegación como cualquier otro regatista. Pero eso también significaba, privacidad, y la cosa no era tan fácil.

El rey estuvo de Boda

Fiel al principio de no cambiar ninguna programación que estuviera establecida... el personal de la Casa del Rey se encontró con dos problemas. El primero, donde cenaba el rey en su primera noche en Castellón, sin que fuera molestado por la prensa. Y el segundo, en el Club Náutico de Castellón  se habían contratado bodas desde hacía más de un año, y no se podían suprimir sin más. En cuanto a la cena, los periodistas estaban convencidos de que cenaría en la Tasca del Puerto, e hicieron guardia allí. A última hora, se supo, que el rey cenaba en el RCN Castellón, donde se celebraba una boda. La sorpresa de los novios fue mayúscula. El monarca cenó dorada a la sal, que le habían recomendado, en el apartado de la segunda planta, junto al lugar de la celebración. Y al final se encontró brindando por los novios y fumando el puro que le regalaron los padrinos.

Aquella regata coincidió con el santo del rey, y la gente de Castellón quería felicitarlo. Con más de 300 periodistas acreditados, entre ellos los especialistas náuticos, se le pidió al rey la posibilidad de posar con su barco delante de la escalera real, donde se instalarían los periodistas con sus cámaras.

Y el mar se sembró de claveles…

Una de las anécdotas que dieron la vuelta a todo el circuito de regatas fue precisamente, el cariño con el que los ciudadanos de Castellón se presentaron en la plaza del mar y el muelle de Costa para felicitar al monarca. La gente gritó felicidades por los cuatro costados… El rey posó para las fotos, y la gente se quedó contenta…

A lo largo del circuito, el recibimiento de Castellón se hizo popular, de boca en boca, y creció… hasta asegurar que la ciudad había sembrado con claveles la dársena del puerto, al paso del rey el día de su santo.

Alto postín y ropa de esport

Regata Costa Azahar  (RCN Castellón- sucine)
Regata Costa Azahar (RCN Castellón- sucine)

Y aunque el rey quisiera pasar desapercibido, la cosa no fue fácil en una provincia donde conseguir sitio para cenar con el rey se convirtió en toda una hazaña. En una cena deportiva y teóricamente informal, vestidos largos, trajes de noche, horas de peluquería… coches que aparcaban en la puerta del náutico. El rey llegó andando, de sport junto a su hija Cristina.

Real Club y nuevo edificio

Durante ese año, se pidió al rey que concediera el honor de poder nombrar como Real al Club Náutico de Castellón y se le presentó el proyecto del nuevo club que se iba a construir y que estaría terminado para el año siguiente.

Hay quien afirma que el rey llegó a apostar a que no lograrían levantarlo en tan poco tiempo.

En la regata Costa Azahar de junio de 2001, y después de una compleja tramitación (más complicada que pedirle al rey su permiso o no), el Náutico de Castellón ya era real; como se habría comprometido, el monarca volvió por la capital de la Plana, en otra visita privada, y como en la primera ocasión, ‘por favor, sin protocolos’.

Juan Carlos I inauguró las nuevas instalaciones del Real Club Náutico de Castellón, en un acto donde lo que no faltaron fueron precisamente los protocolos, y donde, de nuevo, el objetivo social era sentarse junto al rey.

Hay que observar que si el rey apostó, perdió la apuesta, porque el club estaba terminado… aunque la noche antes se llenaba la piscina mientras que se alicataban las paredes.

Majestad una foto… ¿Dónde está la llave?

También aquel año, se le pidió al  rey que posara delante de la prensa. Ya no era su santo, no hubo felicitaciones pero si, numeroso público… y el monarca hubo de esperar pacientemente en su barco, casi media hora… a la prensa, porque se había perdido la llave de la puerta de hierro que comunicaba la zona del náutico con la escalera real.

El rey se escondía en la sala de prensa

Para poder explicar cómo era el rey Juan Carlos, cuando estuvo ‘de privado’ en Castellón, hay muchas anécdotas. Una de ellas tiene que ver con la prensa, y la manía que tienen todas las organizaciones oficiales de eventos con esta profesión periodística. En este, como en otros acontecimientos, el ‘control de la prensa’ era prioritario. El Gabinete de Prensa estaba instalado en el comedor social del antiguo náutico que ya no iba a prestar servicio. Cuando el rey quería un momento de descanso, discutir las estrategias con su tripulación, o simplemente mantenerse apartado de ‘otros compromisos’, se trasladaba a la sala de prensa, donde no era molestado por nadie, y donde se sentía más a gusto mientras los periodistas trabajaban y dejaban trabajar.

¿Quién es el príncipe?

REGATA copiaTambién el príncipe Felipe ha pasado por la provincia, en visita pública y en visita privada.

La visita pública se realizó con motivo del programa que se organizó para él, antes de casarse, para que conociera de primera mano todas las autonomías y zonas de España.

De forma privada estuvo dos veces en Castellón, para participar en la Regata Costa Azahar.

Si el rey Juan Carlos tenía arte para saltarse el protocolo y autoridad para hacerlo, el príncipe Felipe estaba marcado en todo momento por un protocolo tan estricto, que difícilmente podría hacer algo parecido a lo de su padre.

El príncipe que conquistó el corazón de la secretaria

De su paso por Castellón, ‘en privado’ y para navegar hay una anécdota muy bonita. Sucedió en las oficinas del Náutico, cuando las autoridades de Castellón y del Club mostraron las instalaciones al futuro rey. La secretaria del náutico se acercó tímidamente y le dijo: “Alteza, perdone ¿le podría hacer una foto?”. A lo cual el príncipe esbozó una sonrisa  y le contestó: “¿Y por qué no una foto juntos?”. Cogió la cámara de la secretaria, se la dio a Carlos Fabra y le dijo: “Por favor, ¿nos hace la foto?”.

http://hdl.handle.net/10234/82946