El diputado socialista, Santiago Pérez, ha señalado que una institución que gasta más en luz, en mantenimiento de edificios, en propaganda y en material, entre otros conceptos, que en inversión para los pueblos y las ciudades de la provincia, “nunca puede considerarse una administración eficaz”.
El diputado provincial, Santiago Pérez, ha criticado el tono ‘triunfalista’ de la Institución Provincial en cuanto a la gestión económica que están llevando a cabo como también a la deuda de la entidad. Para Pérez, las palabras del vicepresidente económico, Miguel Barrachina, quien ha anunciado recientemente la reducción de la deuda desde 140 millones de 2011, hasta los 98 millones actuales, “solo hace más que confirmar datos denunciados con anterioridad por la oposición socialista entre los cuales, el gran endeudamiento que la Diputación de Castelló, tenía y tiene, fruto de la política de despilfarro del PP en Castelló y en la Comunidad Valenciana durante años, pasando desde el casi 110% al 82% del presupuesto actual”.
“Sin duda –continúa Pérez- ese 82% de deuda del presupuesto actual, nunca puede ser una buena noticia, ya que se deben 98 millones de euros con sus correspondientes intereses. Resaltando, además, que ha sido el gobierno del señor Mariano Rajoy quien no ha dejado dedicar los resultados de remanentes positivos de las administraciones a las inversiones, prefiriendo que ese dinero se dedique a los bancos y no a que por parte de los municipios y la Diputación se puedan generar actuaciones productivas de cara a la creación de empleo”. Asimismo, “esta deuda es una herencia de los años que viene gobernando el Partido Popular la Diputación de Castelló”, insiste Pérez.
Por otro lado, el diputado socialista ha insistido en que no se puede decir por parte de la Diputación que es eficaz, cuando en los mismos presupuestos de este año 2013, "la partida de gastos de la diputación de bienes y servicios es de más de 16 millones, mientras que la suma de las inversiones (capítulo 6) y de las transferencias de capital (capítulo 7) en las que se incluyen los recursos que se destinan a los pueblos (obras del POYS y convenios con los ayuntamientos), no llega a los 15 millones”. En este sentido, Pérez asegura que así se demuestra que es una Diputación "ineficaz y con un lastre demasiado pesado, que todavía no ha podido revertir ése peso del pasado, a pesar de los esfuerzos del Presidente Moliner por renegar de la herencia de Carlos Fabra, del que son herederos y partícipes".
Por último, el portavoz de Hacienda del grupo socialista en la Diputación, ha incidido en que una entidad que gasta más en luz, en mantenimiento de edificios, en propaganda y en material, entre otros conceptos, que en inversión para los pueblos y ciudades de la provincia, “nunca puede considerarse una administración eficaz”. “El fin de la Diputación es ayudar a los municipios y generar una dinámica positiva de inversión en la provincia, pero los hechos y la realidad de esta institución, a pesar de su autopropaganda es bien distinta”, concluye Pérez.
