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viernes, 29 de marzo de 2024 | Última actualización: 21:59

¡Por Tutatis! ¡El cielo se desploma sobre nuestras cabezas!

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Esperanza Coronado. Doctora en Comunicación

Esta mañana, el Ayuntamiento de Castellón, con sus más de 300 años de historia daba un susto gordo: ¡se desplomaba el techo de la cuarta planta!.

La gran suerte, que siempre hay que tenerla, es que la ‘maleza’ se produjo por la noche, después de que hubieran pasado las señoras de la limpieza y antes de que los funcionarios entraran a trabajar, como cada día.

No ha habido heridos y queda la anécdota, con mayor o menor seriedad, que cada uno interpreta como puede…

¡El Ayuntamiento está que se cae!”, dicen unos… “El Ayuntamiento está que amenaza ruina!”, dicen otros. “no si ya lo dijeron los aparejadores y los arquitectos, que cualquier día…” “¿Pero tu crees que aquí estamos seguros”… ¡ojo, eso último lo comentaban hasta los sindicatos…

Estos y muchos más comentarios se escuchaban esta mañana en la Casa Consistorial, donde los funcionarios hablaban a hurtadillas entre ellos, mientras que algún funcionario atendía en la calle, tal como suena y se lee, en la calle. Concretamente en la puerta del Ayuntamiento, a los ciudadanos que pudieran llegar preguntando por las áreas de Sanidad y Consumo.

Es cierto, no llevaba un cartel anunciador como esos que portan los turoperadores o los guías turísticos para orientar o recoger a los grupos de turistas…

Pero como Castellón, por mucho que el ombligo nos diga otra cosa, sigue siendo un pueblo grande o una ciudad pequeña, donde todo el mundo se conoce, el funcionario, en cuestión, esperaba en la puerta para poder atender a los ciudadanos que pudieran llegar con unas prisas o algún caso urgente. Nadie le obligaba a ello, pero estaba…

¡Y con la que está cayendo!, ¡en plena campaña pre-electoral.

Con permiso de los funcionarios y de los políticos, a mi me pasaba por la cabeza aquella frase de los imbatibles Galos de los cómics de Asterix y Obelix… si, aquellos que comían jabalíes y tenían una poción mágica para solucionar todos sus problemas.

Aquella que decía “¡Por Tutatis!”, porque los imbatibles galos no tenían miedo a nada… o a casi nada… Solo a que el cielo se desplomara sobre sus cabezas…

Tutatis debe haber hecho horas extras esta noche, porque el cielo (parte del techo de la cuarta planta), se desplomó, pero no sobre sus cabezas porque a esa hora no había nadie. Afortunadamente.

Y recordaba también otras chanzas… la de los fantasmas que según algunos recorren el antiguo palacio municipal… ¡no se rían!, dicen que los han oído en el Salón de Plenos por las noches (yo no lo he comprobado)… y más aún…

Recordaba una imagen de José Luís Gimeno, cuando era alcalde, cogido de la mano (de buena Fe) con una compañera periodista (Paloma Aguilar), y saltando delante de mi y de otra compañera (Xelo Pastor), periodista municipal (que también puede dar Fe de ello), para demostrarnos que las vigas del suelo temblaban en despacho de la alcaldía (creo que se arregló después).

También pensaba en la estampa de la alcaldesa de la ciudad, que ahora ha convertido la Capilla de la planta noble en un anexo al despacho de la alcaldía para poder trabajar tranquila.

Y pensaba que la Virgen, la que hay pintada en el techo de esa capilla, debe estar apareciéndose a la alcaldesa un día si y otro también, porque al fin y al cabo, aunque el Ayuntamiento es laico, la primera edil convive diariamente con la Mare de Déu de Lledó…

Y puesta a pensar maldades… a enlazar un tema con otro, también se me ocurría que… el Gabinete de Prensa del equipo de Gobierno se encuentra ahora en la cuarta planta del Ayuntamiento (hasta hace unos meses estaba en la Capilla)... ¡Tranquilos!, ese techo no se ha desplomado… Y allí también los despachos del Pacto del Grao: PSOE, Castelló en Moviment y Compromís… ¡Tranquilos!, tampoco ese techo ha dado muestras de resquebrajarse…

Y como por allí pululan los periodistas (además de los que asaltan la azotea para tirar estampitas en las manifestaciones…) la mente hacía estragos indecentes mientras contemplaba los escombros en el suelo y el agujero del techo¿Estarán seguros nuestros políticos del equipo de Gobierno? ¿Será un aviso divino de esa divinidad que ahora ya no tiene protección municipal? ¿Correrán peligro los funcionarios y los periodistas…? Que ya se sabe, matar al mensajero ha sido algo siempre muy socorrido… y echarle la culpa al funcionario… también.

¡Por Tutatis! ¡Que no se desplome el cielo sobre nuestras cabezas!