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sábado, 20 de abril de 2024 | Última actualización: 22:37

Por fín,  Gobierno Progresista

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Alejandro Moreno. Psicólogo, Educador.

Hasta ahora el gobierno de España sigue gobernando con los presupuestos del PP de Montoro, las reformas, sus decretos y leyes de M.Rajoy, porque siguen vigentes después de haberse retirado del gobierno y del congreso,  gracias a aquella moción de censura que hizo presidente a Pedro Sánchez el 1 de junio del 2018. Han pasado 19 meses entre ese gobierno de censura y el gobierno en funciones del PSOE.  Entre este periodo de tiempo, han habido dos elecciones generales y dos disoluciones de las cortes, una por no aprobación de presupuestos gracias a ERC y otra por no querer el PSOE formar un gobierno de coalición con Unidas Podemos. Pero finalmente se han dado cuenta (o al menos esos es lo que parece) de que 20 años después que ha comenzado el siglo XXI la sociedad española ha cambiado. Finalmente han aceptado que ya no son los tiempos de la transición democrática y del bipartidismo, y han optado entonces si, por el Gobierno de Coalición, un gobierno progresista.

En medio de este histórico acuerdo de gobernabilidad, tenemos un problema, la derecha española está compitiendo entre sí por disgregar, dividir, polemizar, intranquilizar, altercar, insultar, distraer, podemos seguir así? Cuando se supone que un representante político tiene que hacer todo lo contrario en democracia? Como puede ser el de actuar para estrechar la cohesión social, la búsqueda de la convivencia, el diálogo, el respeto,sabiendo o siendo capaz de escuchar a la otra persona, a la ciudadanía, sea quien sea su procedencia social, cultural, política, aunque sea diferente de sí misma. La derecha se equivoca queriendo alardear de una ideología de identidad española que evoca la peor dictadura vivida en pleno siglo XX. Cuando por circunstancias históricas propias en España y a nivel mundial, desembocó en una terrible dictadura genocida. Ese no es el camino ahora.

Ser gallega, vasca, catalana, andaluza, valenciana o de cualquier autonomía, tiene sus señas de identidad y sus características particulares, cultural y socialmente. Es  algo que personalmente, he alcanzado a comprender de acuerdo a mi experiencia personal y a mi interacción con otras personas que sí, se sienten e identifican diferentes a otras, pero también se identifican como semejantes a cualquier persona de otras identidades, porque les identifica su esencia de ser parte de una sociedad en la que conviven y comparten patrimonio. Es por ello que la idea principal es: hay que cohesionar en lugar de disgregar y dividir. La derecha y el poder siempre han actuado con la máxima del “divide y vencerás” que es lo que más rentabilidad económica, política y social les ha dado ganancia a nivel universal. La sociedad española es muy compleja, la historia de su construcción la ha hecho tan así, que actualmente se debate si debería de ser una nación o una nación de naciones.

En medio de esta diversidad se une el abanico de organizaciones políticas y partidos que actualmente componen el espectro de representación del congreso. De izquierda a derecha hay innumerables matices en cada una de ellas, se autodefinen y muestran como son y vamos posicionando a los partidos en ello. Comprender esta diversidad es lo que al PSOE le ha costado entender en un primer momento y a la derecha le costara todavía más. Sin embargo, la derecha ha tomado las posiciones más reaccionarias porque están mirando más hacia el pasado que hacia el futuro. Ante esta actualidad por lo tanto, hay que felicitarnos por haber llegado a un principio de entendimiento, que sirva revertir primero el conflicto de identidades que se ha convertido en un conflicto político de alto riesgo y también revertir la gran la pérdida de derechos sociales y laborales que ha implantado la derecha española en los últimos años.  Junto con todo, cabe tomar en cuenta el sistema económico y social actual, que no es el mismo que en los primeros años posteriores a la dictadura, hay cambios importantes para ser considerados a la hora de determinar el tipo de economía que hay que fomentar en el futuro. Yo diría una economía democrática, aunque eso a la concepción economista capitalista no le suena coherente, pero sí, que vele por los intereses de la mayoría de las personas que viven dentro de este sistema,una economía que tenga que ser inclusiva y no de división de clases sociales. Los ricos y los pobres deberán ser cosa del pasado y servir para el contenido lastimoso en series de ficción, no ya para una vida real de las personas.

Será difícil encontrar los caminos hacia un país mejor para todas las personas que vivamos en él, la derecha ya ha advertido que harán todo lo que esté en sus manos para acabar con este gobierno. Alarman irresponsablemente sobre el comunismo, como aquellos tiempos en los que se decía que eran seres malvados que comían niños.  Acuden a Stalin o a Venezuela cuando se ven encajonados en el ridículo argumentativo y quedan en el ridículo absoluto. Asocian al nuevo gobierno con el narco-terrorismo internacional, pretexto que utilizan con los movimientos revolucionarios de otros países, sobre todo en América Latina. Se agarran también del populismo y el independentismo. Rememoran a ETA. Todos son malos y terribles porque van en contra de la patria y se envuelven en banderas para hacer parecer que son los más consecuentes con la patria, pero lo único que hacen es que No-dan-soluciones. Generan cada vez más conflicto social y más odio y enfrentamiento entre la gente. Crean conflicto y división social. Alimentan el odio visceral que comienza a tener repercusiones cada día más graves de las que en casos puntuales, ha habido dentro del periodo de transición. Amenazan con acudir al aparato judicial, seguirán jugando con la judicialización de la política,cuando este aparato del estado, está siendo cuestionado jurídicamente a nivel internacional por las diferencias de medidas judiciales de diferente calado, a quienes ostentan un tipo u otro de ideología o de pertenencia a un determinado grupo social dentro de la composición de la estructura del estado de las autonomías. Y esto no ha sido, ni es, ni será muy bueno para esa justicia igualitaria para todas. Manifiestan hasta eso de que vienen los rojos a romper España y a quemar iglesias, es una frase hecha que lanzan cada vez que la izquierda gobierna. Ahora tal vez se oye más alto porque la palabra es libre de expresarse y la expresan. La tarea de todas es que se quede en su palabra y reducirla a su mínima expresión, en esa libertad de expresión que defendemos quienes pensamos que las personas tienen que ser libres de pensamiento y expresión. Que sus ideas de dominación dictatorial del poderoso contra el pueblo no se haga realidad. Nacimos para ser libres y no someternos a nuevas dictaduras. Es la tarea de todas las personas que se dicen demócratas.

El nuevo gobierno tiene mucho camino por delante, hay que garantizar la gobernabilidad y solo será si la coalición actúa en firme cohesión ante el ataque furibundo de la derecha y la ultra-derecha y la ultra- ultra-derecha, porque lo que vimos en el debate de investidura es un ejemplo vivo de lo que son, maleducados, intolerantes e incendiarios. Pero ya es hora de cambiar los presupuestos de los recortes por los presupuestos sociales, ya es hora de cambiar todas las restricciones para el desarrollo social y económico de la clase trabajadora. Y como se ha demostrado hace poco: SI SE PUEDE.