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viernes, 19 de abril de 2024 | Última actualización: 10:22

De la música al asesinato

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Federico Arnau. Comerciante jubilado.

En poco más de 24 horas de diferencia, Benicàssim ha sido noticia mundial por el festival de música en su 22 edición (FIB),  y noticia nacional por otro asesinato machista de violencia de género.

De la música

En esta nueva edición del festival, que ha se ha definido por la asistencia, en uno de los mejores años de su trayectoria. Tanto los residentes empadronados en la villa, como los que son solo residentes de los meses de verano, o aquellos turistas que nos visitan durante su  celebración, que residen entre ‘el Torreón’ y ‘el Eurosol’, año tras año seguimos sufriendo el no poder dormir hasta pasadas las cinco de la mañana.

Cuando empezó, hace tantos años, se celebraba en el Velódromo… su sonido llegaba casi hasta el Voramar. Aunque pudiera parecer a algunos, para los que el escenario estaba orientado al otro lado,  que podía ser más soportable; para los que estábamos de frente, llegó a ser una pesadilla; te destrozaba el sistema nervioso, porque comíamos con el encargado de probar micrófonos: “Uuu 1 -2 Uuu, Cero, uno, dos, cero. ¿Se oye?”. Ya no había siesta…

A partir de las cinco de la tarde, lo mismo pero con los ensayos de los diferentes grupos; el sonido era tan alto, que resultaba imposible llevar una conversación a un km de distancia del escenario.

Y luego comenzaba el Festival, a las nueve de la noche… y ya era como si estuvieras dentro de la batería.

Una vez tomó forma el festival, y para evitar dichas molestias en lo posible, se trasladó a la actual ubicación, en el recinto de conciertos; y año tras año se han ido mejorando las instalaciones, y la organización del festival, y debido a estas mejoras, quizás sea uno de los recintos mejores para este tipo de eventos.

Antes he citado el tramo donde el sonido sigue afectando y, sobre todo, la actuación central del grupo estrella, en la que los decibelios se suben al máximo… Imagino que hay zonas de Benicàssim donde  ni se enteran.

Dicho esto, no es que personalmente esté en contra de estos festivales, como el próximo a celebrarse, el 13 de agosto, el Rototom, aunque supongo que habrá gente a la que le moleste; ni tampoco estoy a favor de que se pueda liar por algún grupo de vecinos, como ocurrió en Burriana con el Arenal, pues 22 años ya son años, y además, para la gente que tiene comercios son unos días de fuertes ingresos, solo hay que pasar por las terrazas del ‘Eurosol’ y demás zonas el día de después para ver las mesas como están, por ejemplo.

Aparte de eso, los festivales son importantes, no solo en este caso para Benicàssim, sino incluso para poblaciones vecinas, a través de la publicidad, a través de programas especializados en todo el mundo, y el boca a boca de todos los jóvenes que se desplazan, tanto nacionales como extranjeros; si no ocurren desgracias y se les trata con educación y seriedad, como educados son la mayoría de los que nos visitan, la provincia empieza a conocerse en puntos insospechados.

Pero desde estas líneas, tanto a los organizadores del festival, como al Ayuntamiento de Benicassim, la Diputación, y la Generalitat, sí que les pediría, que dentro de las mejoras que se siguen haciendo año tras año, que estudiasen el poner una serie de vallas acústicas plegables en altura y que se pudiesen bajar en función del viento en caso de haberlo, y solo mantenerlas elevadas durante las actuaciones, para que el sonido no se salga hacia la población y se quede en el recinto.

Puede ser caro el precio, pero una pequeña aportación de los comercios, restaurantes sobre todo y hoteles, que son los beneficiados económicamente, amortiguaría ese costo que en parte les beneficia.

Al asesinato

Esta vez ha tocado a la misma población ser noticia, por el asesinato de una mujer a manos de su compañero y heridas de gravedad a sus hijos menores de edad.

¿Hasta cuando se va a estar permitiendo estas atrocidades?

Cuando ha saltado la noticia a los medios, el Consell no ha perdido tiempo en hacerse la foto al convocar un minuto de silencio, como el resto de ayuntamientos, o durante la misma tarde, en el Ayuntamiento de Benicàssim.

¿De qué sirve ese minuto? ¿De qué sirve tanto postureo? ¿De qué sirve ser político si no se es capaz de dar una solución?

Llevamos años y cada vez pierden la vida más mujeres; ¿35?, ¿40?, ¿45?, ¿27?, ¿Cuantas llevamos con la de hoy?, ¿y cuantas con las que sumaremos mañana, la semana que viene o dentro de quince días?, y volverán a convocar el minuto de silencio.

La solución, en su mayoría de casos, porque al cien por cien es imposible, la tienen los gobiernos, en este Caso tanto los del PP como los del PSOE, que nos han gobernado, pero el resto de grupos en la oposición, también tienen su responsabilidad en dar todo su apoyo al gobierno y al ministro que tenga la valentía de terminar con estos asesinatos.

¿Cómo se termina con esto o casi? Haciendo una ley que castigue de verdad al agresor que asesina a su pareja (ya que la pena de muerte no se aplica en la Unión Europea porque no se admitiría a un estado miembro con dicha pena). Hay que actuar para parar esto. Por lo menos que no tenga ningún privilegio, encarcelado a cadena perpetua, sin salir de la celda, comida, sopa patatas y agua, nada de periódicos, radio o televisión, ni paseos al aire libre solo lo que le entre por la ventana de la celda, y puede estar agradecido, ya que su víctima no puede disfrutar ni tan siquiera de respirar o llorar.

Sres. políticos sean responsables, no más minutos y aporten más efectividad. Ustedes tienen la llave, digan lo que digan los derechos humanos, porque un asesino no tiene ningún derecho y tiene suficientes privilegios con lo anteriormente dicho. No debe de haber perdón y la justicia tiene que ser clara y rasa en estos aspectos, y los gobiernos y los partidos, también, aunque dudo que Podemos pueda apoyar esto, ya que quiere presentar para Lendakari a la hermana de un terrorista.

Descanse en paz. Por desgracia no será la última, pero la vida sigue.  Vendrá otro festival, dos menores sin madre y con un padre asesino, y los políticos sin hacer nada y, por no hacer nada, ni tan siquiera se paran a pensar que con su inactividad, aquellos que son los que deben de activar esto. Porque, de no hacerlo, se convierten en cómplices de estos desalmados.