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viernes, 29 de marzo de 2024 | Última actualización: 10:45

Claroscuros

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Enrique Domínguez. Economista.

El paro registrado a finales de mayo ha seguido un comportamiento muy normal respecto al del mes precedente. Ha descendido. Y es normal el descenso porque desde 1994 solamente se produjeron incrementos en 2004 y en los dos primeros años fuertes de la crisis, 2008 y 2009.

También se ha dado un retroceso respecto al mes de mayo de 2018 de 930 personas. Es positivo. Pero ya no lo es tanto si tenemos en cuenta que el año precedente, o sea, entre mayo de 2018 y de 2017 se contrajo en 3.497 personas y el anterior en 5.963.

Cada vez es más difícil disminuir el número de parados respecto a doce meses antes. Y es aún más preocupante porque en este mes de mayo  Castelló, en términos porcentuales, ha sido la provincia en la que menos ha descendido el número de parados.

Es normal la disminución del número de parados porque el sector que supone en torno al doce por ciento del producto interior bruto de la provincia, el turístico, inicia en muchos casos y continúa en muchos menos de los que debería, su actividad.

Pero, a pesar de lo anterior, la comparación con las otras dos provincias valencianas nos pone en nuestro sitio. Si tenemos en cuenta que la economía castellonense representa en torno al diez por ciento de la del conjunto de la Comunitat, el descenso del número de parados en Castellón en el sector servicios solo ha supuesto el 5% del registrado en toda ella.

Sí es cierto, sin embargo, que en la actividad industrial el descenso en Castelló supone el 15% del total valenciano y en construcción el 8,6% lo que es positivo ya que son sectores que crean empleo con mayor estabilidad, sobre todo en la industria.

La contratación también es un reflejo de la menor relevancia del sector servicios en provincia, en particular en el turístico, que manifiesta de manera creciente su mayor actividad ante la proximidad del verano.

En mayo se ha incrementado el número de contratos respecto a Abril en Castelló, pero en porcentajes bastante inferiores a los registrados en el resto de la Comunitat Valenciana (CV) y del conjunto español.

Prueba de lo anterior es el hecho de que durante los cinco primeros meses del año en curso el número de contratos formalizados en la provincia castellonense  han descendido en un 3,3% respecto a igual periodo de 2018, mientras en la CV se ha dado un aumento de cerca del once por ciento.

Sin embargo, bueno es destacar de nuevo que Castelló es de las primeras provincias en cuanto a contratación indefinida; es la cuarta, tras Girona, Barcelona y Madrid, en el porcentaje de contratos indefinidos sobre el total: 13,46%. Eso significa que de cada cien contratos formalizados apenas catorce lo son con carácter indefinido.

Aquí radica uno de los retos más importantes para el próximo gobierno nacional y autonómico: reducir esa temporalidad tan extrema pero actuando con medidas a corto y medio plazos; y entre estas últimas, el fomento de la inversión en investigación e innovación  será fundamental tanto a nivel de empresa como de gobiernos; sobre todo, cuando los expertos señalan que una parte relevante de los empleos en los próximos años todavía no existen.

También este mes Castelló ha destacado en lo relativo a la afiliación a la Seguridad Social. Las cifras han sido muy buenas a nivel español y algo menos  para el conjunto de la CV. Por el contrario, Castelló con Almería y Las Palmas, han sido las únicas en las que ha bajado la afiliación; se ha registrado fundamentalmente en el Sistema Especial Agrario, lo que es un reflejo de la fuerte crisis que atraviesa la actividad citrícola en la provincia.

Por tanto, bueno es que el paro registrado siga bajando pero preocupante es que cada vez cueste más reducirlo y que la estacionalidad de la economía castellonense siga sin cambios. ¿Qué opina usted?