Jorge Fuentes. Embajador de España.
El pasado 10 de Diciembre, la Unión Europea recibió en Oslo el premio Nobel de la Paz, premio que, desde 1901 ha venido recompensando con desigual fortuna los esfuerzos de personas e instituciones por salvaguardar la paz internacional , así como la democracia, la libertad y la dignidad del hombre.
Algunos de los premiados fueron muy polémicos (Arafat, Al Gore, Barack Obama), pero no cabe duda que el premio honra a quien lo recibe e impulsa su acción. Antes que la UE recibieron reiteradamente la distinción instituciones tales como la Cruz Roja, ACNUR (Refugiados), la ONU, la OIT.
La pregunta que muchos se hacen es ¿por qué la UE y precisamente cuando se encuentra atravesando uno de sus peores momentos?, ¿No hay en la escena mundial actual ningún otro movimiento o persona con mayores méritos para recibir el premio?. La respuesta es negativa. Imaginen la tentación de haber laureado en estas fechas a los promotores de la Primavera árabe, o a los indignados del mundo entero, o a los artífices de la nueva China. Mejor esperar – y mucho – para ver cómo se decantan estos procesos aún hoy confusamente valorados.
La UE, por el contrario es la historia de un éxito. Para salir de dudas no hay más que ver cómo se encontraba Europa en 1956 y cómo está hoy. Aunque es probable que los países europeos hubieran prosperado separadamente aún sin la Unión, no lo hubieran hecho en parecida medida en que lo estamos haciendo conjuntamente.. Seré telegráfico al enumerar los pros y los contras de la Unión.
Entre los logros se encuentran principalmente estos tres:
- Hasta que surgió la CEE (luego UE) Europa se encontraba cruzada por innumerables guerras protagonizadas casi siempre por Francia y Alemania. En los últimos 60 años no ha habido un solo conflicto armado entre socios de la UE.
- Los socios menos prósperos que nos fuimos sumando a los seis fundadores hemos conocido un formidable ritmo de crecimiento y convergencia gracias al fondo de cohesión y a los fondos estructurales recibidos de la Organización y que cambiaron el rostro de países como España.
- La UE se convirtió en uno de los grandes bloques económicos del mundo con un PIB superior al de cualquier otro país, incluidos los EEUU.
Pero agazapados detrás de esos “pros” hay otros “contras”:
- Es cierto que no ha habido choques entre los socios, pero éstos no han sido capaces de evitar crueles guerras en suelo europeo entre próximos vecinos. La inexistencia de un ejército europeo y la delegación de dicha función en la OTAN (es decir, en los EEUU), es una grave limitación a corregir.
- La UE nace como un esfuerzo solidario entre los países más prósperos que están siendo los grandes donantes y los países menos ricos que hemos sido los grandes receptores de fondos. El objetivo de tal ejercicio era lograr una convergencia que lograra altos niveles de consumo en los países del Sur lo que en el fondo beneficiaría a todos y especialmente a los del Norte. Así está siendo y el gran ganador es Alemania que en este tiempo no solo ha conseguidos superar con éxito la costosísima reunificación, sino controlar el destino europeo, en especial a través de las primas de riesgo.
- Es cierto que económicamente la UE sigue siendo, pese a la crisis, muy fuerte. La Unión está, sin embargo, incompleta; carece de una Unión Fiscal, Bancaria, Política y Defensiva. Ello explica sus turbulencias internas y sus debilidades exteriores en especial respecto a los EEUU que siguen siendo, en solitario, el gran gendarme mundial.
La nueva Europa, aun incompleta (hay una veintena de países europeos no integrados) es, repito, la historia de un éxito. La operación integradora era titánica pero desde la firma del Tratado de Roma el proceso no ha hecho más que prosperar, pese a los obstáculos y crisis surgidos casi cada década. Las actuales dificultades también se superarán y entonces será la hora de completar la Organización corrigiendo sus no pocos defectos.
Con ello y con todo, enhorabuena a la Unión Europea por ese Nobel bien y largamente merecido
