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jueves, 28 de marzo de 2024 | Última actualización: 16:22

Capitanía Marítima investiga el incidente de los kayakistas rescatados en Almassora: Salvaron la vida por minutos

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Salieron al mar sin chaleco, sin seguridad, y se vieron sorprendido por un viento, tan intenso, que obligó a cerrar el Puerto de Castellón

¡Salvaron la vida por minutos!, así lo ha indicado el responsable de Salvamento Marítimo, que ha confirmado lo grave que fue el incidente kayakistas rescatados ayer frente a la costa de Almassora, cuando incluso el Puerto de Castellón fue cerrado al tráfico por fuertes vientos. Capitanía Marítima ha abierto una investigación e instruye un expediente para detectar si hubo negligencia. Mientras, hoy en Peñíscola han tenido que ser rescatados varios patines de pedales, a punto de estrellarse contra las rocas.

Esperanza Molina/Castellón Información

Es posible que nadie les dijera que debían mantener unas ciertas normas de seguridad… ¡El mar es tan bonito en la costa Mediterránea!, y la afición al kayak de mar una aventura tan apasionante, que el club de natación se montó una jornada de fiesta fuera de su lugar habitual de entrenamiento, la piscina.

Eran 16 personas, gente del club de natación, que pasaban un día de celebración en la playa. Alquilaron kayaks y salieron al mar, adultos y menores

No consultaron las predicciones meteorológicas, primer error. Y no iban equipados con las mínimas medidas de seguridad, como los chalecos salvavidas (obligados)… Y faltaron minutos para que les costara la vida

Cuando estaban ya mar adentro, frente a la playa de Benafeli cambió la dirección del viento. Un racheado de suroeste, que los sorprendió dentro del agua. Estaba anunciado en las previsiones. No habían comunicado oficialmente su salida (como también es preceptivo)

Las rachas, ayer tarde, fueron tan fuertes, que incluso el Puerto de Castellón tuvo que cerrar sus instalaciones al tráfico marítimo, con vientos de entre 30 y 40 nudos de intensidad.

Lo peor del viento de poniente, el que viene del interior, es que aplana el mar, al menos cerca de la costa, pero sus rachas y su intensidad son capaces de agotar a los mejores nadadores. No es posible volver a la costa cuando estás en el mar.

Aun así, algunos lo consiguieron, pero nueve de ellos se quedaron atrapados. Rápidamente se dio la alarma, el socorrista intentó salir en su auxilio. La cosa de agravaba por momentos… pero hasta eso falló, la moto de agua se estropeó y no le dejó actuar. Desde Salvamento Marítimo se activaron todas las medidas de emergencia: El helicóptero de rescate, ‘la Sabik’, de Burriana, ‘la Pandora’, de Cruz Roja, que fue la que al final pudo rescatarlos, uno a uno.

Y en este caso, comentaba el responsable de Salvamento Marítimo, la coordinación fue perfecta… porque consiguieron llegar, auxiliar, embarcarlos y volver a tierra, pero fue cuestión de minutos que alguno de ellos no perdiera la vida

Porque, además y, en las peores circunstancias, con chalecos salvavidas hubieran podido ser divisados fácilmente desde el aire… pero sin ellos, “hubieran quedado cabecitas en medio del mar, y por muy buenos nadadores que fueran se hubieran agotado sin poder llegar a tierra”.

Un día después, Capitanía Marítima lleva a cabo la instrucción del caso. Ha abierto una investigación para detectar si hubo negligencia, por parte de quien y pedir responsabilidades por lo sucedido.

Las mismas fuentes señalan que los kayaks auto vaciables están muy bien, pero no salvan la vida de un palista cuando este cae en el mar. No es suficiente. Los palistas, cuando salen al mar están obligados, por seguridad, a comunicar su salida, a llevar chalecos salvavidas. La empresa que les proporcionó los kayaks debían haberlo advertido u obligado a llevarlos. Debían haber consultado el parte meteorológico para saber que estaba previsto un cambio de viento, para prevenir lo que pasó… “¡Y afortunadamente se pudo salvarlos a todos!”.

Sustos como este no son situaciones aisladas. Los meses de junio y septiembre son quizá los más peligrosos del verano cuando se navega de forma inexperta. El mar, liso y llano es un atractivo que llama, pero un viento de poniente desata, en cuestión de minutos, situaciones irreversibles.

Una situación extrema se producía también esta mañana, comunicaba el responsable de Salvamento Marítimo. Esta vez en la costa de Peñíscola, cuando algunos bañistas alquilaron y salieron al mar con patines de pedales. El viento los alejó del punto de salida, y los dirigió hacia los acantilados. En esta ocasión la intervención de los servicios de socorrismo fue decisivo para evitar que se estrellaran contra las rocas.

Javier García insiste: es fundamental cumplir con las medidas de seguridad, consultar el parte meteorológico, escuchar las previsiones, ir dotados siempre con chalecos salvavidas, avisar de las salidas al mar, y tener personas de contacto en tierra.

El resto se deja a la suerte, y en el mar, la suerte no siempre llama a la puerta.