La alcaldesa no dará conocer su candidatura hasta marzo pero avanzó su promesa de seguir la misma hoja de ruta en su gobierno
Amparo Marco, alcaldesa de Castellón, presentó sus credenciales como candidata del PSOE a repetir al frente del Ayuntamiento de Castellón en las próximas elecciones municipales. Lo mejor de la presentación, la naturalidad de Casto Moya, que aportó la misma ilusión de siempre. Lo peor, las ausencias, porque algunos esperaban la presencia de Puig. En cuanto a Amparo Marco, volvió a ser una mujer de rojo dispuesta a comerse al lobo y a mantenerse en el Gobierno por “Experiencia, Compromiso, Honestidad y Credibilidad”
Esperanza Molina/ Castellón Información
Amparo Marco comparecía ante una audiencia de más de 200 personas en el Teatro del Raval de Castellón.
Se repetía una escena semejante a la que se produjo hace cuatro años, cuando Marco presentó su apuesta como candidata a la alcaldía, también vestida de rojo y con la apariencia de una ‘caperucita’ dispuesta a comerse al lobo y llegar a lo más alto de Castellón. Y quizá, cómo ella misma reconoció “Caperucita se comió al lobo”, de la misma forma que ahora deberá enfrentarse de nuevo en las elecciones del mes de mayo, aunque ahora ya con las credenciales que le han dado cuatro años como primera alcaldesa de Castellón.
Muchos eran los elementos que recordaban aquella escena: Marco, con el mismo vestido que entonces, ante un público conformado principalmente por los más cercanos, cargos de su partido, compañeros de la agrupación, asociaciones de la ciudad, empresarios, gente del món de la Festa… E incluso el mismo ‘gesto’ de iniciar su aparición con unas señales horarias ‘equívocas’ pero determinantes.
El escenario era similar, pero en esta ocasión Amparo Marco ya no prometía, hacía balance y calificaba de aciertos los detalles de su gestión.
Había público. No se llenó el Raval pero el patio de butacas estaba prácticamente lleno y había gente en el piso de arriba. Los unos, ‘suyos’, los otros quizá no tanto e, incluso, quienes ya son calificados por la rumorología popular como posibles candidatos de algún otro partido. Entre los asistentes se echó de menos a Ximo Puig, quizá a otros representantes de su partido, aunque estaban otros como Francés Colomer... o el presidente del Puerto, pero sin duda la carrera hacia las elecciones apenas acaba de comenzar, y todavía falta conocer quienes acompañarán a Marco en su candidatura.
El montaje del acto fue sencillo. Primero rompió el hielo una estudiante de Ciencias Políticas que pidió atención para el sector joven. Después un empresario de Castellón que reclamó atención a la economía y ensalzó los logros de Marco.
Y el tercero, el tercero fue el mejor de todos, un personaje que ha protagonizado la vida pública y el asociacionismo de Castellón en los barrios periféricos de la ciudad, Casto Moya.
Un Casto Moya entrañable para quienes lo conocieron en todo su apogeo y cuando era la voz de tanta gente que fue, durante mucho tiempo, la principal bolsa de votos del PSOE en Castellón: la periferia.
¿Quién podría acallar la voz de Moya?. Y no pudieron hacerlo. Le pidieron un discurso breve, unas palabras sobre guión, pero aquel representante que llegó a ser concejal socialista no pudo atenerse a unas palabras escritas torpemente leídas, porque la vista ya no le da para más. Y fue él, con su espontaneidad y el corazón rojo de toda una vida, quien consiguió arrancar carcajadas, aplausos y una ola de ternura entre los asistentes.
A continuación se visionó un vídeo, que podría decir mucho pero que quizá quedó un tanto amagado. Y ya, posteriormente, se apagaron las luces y, cuando se encendieron, Marco estaba en el centro del escenario donde fue aclamada por su público.
La candidata Amparo Marco comenzó su discurso con un recuerdo emotivo al peor momento que dijo haber pasado como persona, como política, la desaparición de dos niñas que pusieron de manifiesto que "a veces ya las palabras llegan tarde".
Después habló de gestión, de economía, de logros, de inversiones. Caminó por el escenario en solitario, como lo hiciera hace cuatro años, solo que esta vez dominaba mucho mejor la situación, contaba cn el apoyo de toda su agrupación y partía de la experiencia que le han dado estos cuatro años.
Y tras su discurso, en el que enumeró como aciertos y satisfacciones los logros conseguidos, pidió el voto. Y lo hizo desde “la experiencia” que le da su gestión durante cuatro años al frente del Ayuntamiento. Desde “el compromiso”, de seguir adelante con una hoja de ruta que inició cuando llegó a la alcaldía. La valentía para reclamar lo que le corresponde a Castellón. La “credibilidad”, que le daba “haber cumplido con sus promesas ; y desde “la honestidad” de ser fiel a si misma, y de “no prometer nunca lo que no puedo cumplir”, para añadir “yo siempre diré la verdad y no engañaré a nadie”.
Completada la alocución, Marco esbozó el lema de su campaña “¡Anem Castelló!, subió el volumen de la música, Marco hizo un gesto y todos los componentes de su equipo municipal subieron al escenario para aplaudir y ser aplaudidos. Caperucita Roja volvía a retar al lobo y comienza la campaña electoral.
