El Ayuntamiento ha iniciado el proceso administrativo para garantizar el solar del FIB y el Rototom durante 10 años
La renovación del alquiler de los terrenos del Recinto de Festivales de Benicàssim, ha sacado a la luz las discrepancias y tensiones entre los propietarios y el Ayuntamiento. El contrato de alquiler caducó en abril y la entidad municipal ha iniciado el proceso para garantizar un alquiler ‘mayor’ y con una duración de 10 años para el FIB y el Rototom, pero algunos propietarios presionan ya para obtener un precio mejor.
Esperanza Molina/ Castellón Información
El pasado mes de abril caducaba el contrato de alquiler de las parcelas de suelo rústico incluidas en el Plan Especial que delimita el Recinto de Festivales de Benicàssim.
Se trata de unos terrenos que el Ayuntamiento define como rústicos y yermos, cuando se utilizaron por primera vez para los usos de conciertos y festivales en 1998, y que ahora, disponen de infraestructuras como alumbrado, agua, y asfaltado. Unos solares que se identifican ya como los terrenos del FIB y del Rototom.
Y la polémica o el punto de fricción estalla ahora. Según el representante de los herederos de una de las parcelas del recinto, denuncia que el Ayuntamiento no se ha puesto en contacto con ellos, que dispone libremente de sus parcelas, y que paga poco, cuando los impuestos para conservar las propiedades, son bastante más caros que lo que reciben a cambio.
Por parte del Ayuntamiento, el concejal de Urbanismo niega tales afirmaciones y cuenta una versión muy diferente de la situación. Según estas fuentes, el alquiler de los terrenos se remonta a 1998, cuando, por necesidades del FIB, se optó por trasladar el recinto de festivales a unos terrenos ubicados junto a la N-340. Hace ya 30 años de eso, y en aquellos momentos, señala, se trataba de terrenos rústicos, yermos, no cultivados, por los que año tras año el Ayuntamiento ha pagado en concepto de alquiler.
Desde la concejalía de Urbanismo afirman, que costó muchos años y un gran esfuerzo poder adecuar los terrenos a las necesidades que se pretendían, una inversión desarrollada por el Ayuntamiento para la que los propietarios no aportaron más que los terrenos. Es cierto que el precio de alquiler ha variado durante este tiempo, admitían, pero precisamente, para ajustar al máximo la legalidad, lo que se está realizando es un proceso público que consiste en la tasación de los terrenos, con sus consiguientes informes técnicos, y la declaración de un concurso público, de forma que sean los propietarios los que concurran y oferten la disponibilidad de estas parcelas en función de unos precios preestablecidos.
Este concurso, indica el Ayuntamiento de Benicàssim, estaría sujeto a precios previamente tasados, que diferencian el uso de las parcelas en función de a qué vayan destinadas, por un periodo de tiempo más largo: un compromiso a 5 años con la posibilidad de prorrogarlo otros 5.
Este sistema, además de ser el más transparente, indicaba Carlos Díaz, sería también el más idóneos para los vecinos de Benicàssim, ya que el alquiler se paga con sus impuestos; pero además, también sería el más positivo para los propietarios, a los que garantizaría una estabilidad de 10 años.
Siempre, según las mismas fuentes, una vez establecido el proceso y definido el concurso público, será ahora cuando el Ayuntamiento consulte con los propietarios, para llegar a un acuerdo con ellos. El precio de alquiler, manifestaba el concejal, es superior al pagado en años anteriores e incluso superior al incremento del IPC.
Y este parece ser el punto real de las discrepancias. Los propietarios con los que ha hablado Castellón Información, apuntan a que 'con Colomer cobraban más y mejor'. Desde el Ayuntamiento aseguran, que algunos de los alquileres pagados años atrás fueron incluso abusivos, para los intereses de la población.
El total de suelo del recinto de Festivales, aptos para albergar festivales como el FIB y el Rototom, asciende a 133.000 metros cuadrados.
Desde el Ayuntamiento entienden que las protestas que se han hecho llegar a los medios de comunicación no pretenden otra cosa que subir el precio. Pero alegan que, con los informes técnicos en la mano, no se puede pagar más que lo que se ha tasado por los expertos.
En cuanto al proceso de alquiler que se establece ahora, el Ayuntamiento de Benicàssim justifica el modelo, en el hecho de que los organizadores de los grandes festivales persiguen estabilidad. Quieren poder programar con tiempo y asegurar la disponibilidad de ese suelo, sin sorpresas ni polémicas de un año para otro.
En el peor de los casos podría suceder que los propietarios del suelo no quisieran alquilarlo al precio que establece el Ayuntamiento… ¿podría darse la situación?.
El hecho es que, como poder, podría, pero ¿estarían los propietarios dispuestos a perder los ingresos que reciben por un suelo que sigue siendo rústico y solo rentable a través de los festivales?como comentan fuentes municipales: “nunca, ni en los mejores tiempos, los propietarios de esos terrenos donde hace más de 50 años que no se cultiva nada, pudieron pensar en sacar un rendimiento semejante por su suelo rústico” ¿Querría alguien matar la gallina de los huevos de oro?
