Los resultados confirman el pesimismo de los ciudadanos y ponen sobre la mesa el temor a una nueva convocatoria electoral
La provincia retorna a la normalidad tras la resaca de las últimas elecciones del 10N, que no han hecho sino mostrar un escenario más dividido del que ya había. VOX está eufórico, el PP respira y ya pide defensas contra Sánchez, PSOE reflexiona desde el conformismo, y Podem y Compromís levantan espadas contra la derecha y ofrecen pactos que, hoy por hoy, parecen imposibles. En la calle, una sensación de deber cumplido se ha votado, si, pero se mantiene el pesimismo porque las cosas siguen igual, o peor.
Castellón Información
11 de noviembre, día de después de las últimas elecciones generales. Los ciudadanos quieren volver a la normalidad y están hasta las cejas de tanta campaña, tanto mitin, tanta promesa y tanta llamada a las urnas. La provincia recobraba el día a día, sin tener muy claro qué ha supuesto el 10N para ellos. Los políticos siguen tirándose los trastos a la cabeza.
En el aspecto político, lo más notable ha sido el hundimiento de Ciudadanos y la dimisión de Albert Ribera. Por lo demás, los partidos continúan a lo suyo, con pactos cada vez más complicados para generar una estabilidad de gobierno que devuelva la tranquilidad a los ciudadanos.
Sánchez no consiguió su objetivo. No era verdad, que quienes se movilizaron contra viento y marea en contra de ‘las tres derechas’ en el mes de abril hayan respondido a su convocatoria de elecciones. De hecho, lo que ha ocurrido es que el PSOE sigue teniendo mayoría ¡pero a qué precio! Los electorados son los que son; si, la provincia sigue pintada de rojo, pero la subida de PP y el desembarco de VOX generan un panorama político difícil de pronosticar y mucho más difícil de masticar para la izquierda.
Eso si, el presidente del Gobierno en funciones sigue manteniendo su discurso. No pactó cuando podía hacerlo y ahora la cosa pinta bastante peor. Pero siempre es posible hablar de bloqueos y de que la culpa la tienen los otros.
Podem y Compromís, los primeros con un escaño y los segundos sin él, culpan a Sánchez de haber tendido “una alfombra roja a la derecha”. Més País no consiguió sus objetivos y Unidas Podemos ahora es más débil que antes.
Ciudadanos en la provincia de Castellón, guarda silencio. La bajada en picado de Ciudadanos no se va a traducir solo en el descenso de votos y en la pérdida de escaños. Las consecuencias son mucho peores. Han pasado de ser ‘la alternativa de centro’ a los damnificados del 10N. Y lo que es peor, la pérdida de representación también tiene consecuencias económicas. Los partidos reciben apoyo económico en función de sus representantes. ¿Podrá mantener Ciudadanos su infraestructura política en las nuevas circunstancias?
Por parte de los partidos de la derecha, cierta euforia. PP ha conseguido una subida importante en su representación, vuelven a sentirse líderes de la derecha, pero ahora amenazados con la subida de VOX.
Los nuevos resultados refuerzan a los de Pablo Casado, y el pellizco económico que recibirán con ello, no será moco de pavo.
Carrasco: “Soplan vientos de cambio. Los castellonenses dan la mayoría al centro derecha y podría haber vuelco en la ciudad”
En la ciudad de Castellón, Begoña Carrasco ya se ha mostrado entusiasta con el recuento de votos. La presidenta local del PP ha transportado los votos conseguidos ayer en las Generales, a una hipotética similitud en la capital de la Plana.
Podría decirse que es una forma de sumar churras con merinas, pero cada uno valora los números como mejor sabe, y para Carrasco, eso supondría una presumible recuperación de la alcaldía de Castellón.
“El Partido Popular de la ciudad de Castellón crece cinco puntos respecto a la pasada convocatoria de las elecciones general del 28A y suma 3.169 votos más en apenas medio año. El PP estaría en disposición de alcanzar la alcaldía con este resultado llegando a acuerdos de gobierno con otras formaciones de centro derecha, ya que este bloque suma un millar de votos más que el de centro izquierda.
La lectura de los votos es muy variopinta, según quien la haga. No son lo mismo unas elecciones generales que unas locales.
Pero aquí el PP valora la situación como más le gusta, con una hipótesis de nuevos aires. ¿Sería cierto, como apunta Begoña Carrasco que soplan vientos de cambio?
Para Carrasco, “lo más importante de estos resultados es: que el PSOE de Amparo Marco ha perdido 2.560 apoyos respecto de la convocatoria del 28 de abril, casi 1,20 puntos menos, mientras que el Partido Popular acapara 3.169 papeletas más, consiguiendo el 22,91% de los resultados, cinco puntos más en apenas medio año”.
Los de VOX ya piensan en verde
No era la única que anoche realizaba ya cálculos semejantes. Para VOX, dentro de su euforia, los votos de Castellón, en unas elecciones locales, hubieran supuesto multiplicar su número de representantes en este ayuntamiento, el de la capital de la Plana, y en varios municipios de la provincia… Mientras PSOE pinta su mapa de rojo, los de VOX ya piensan ‘en verde’.
Algo así se consolaba también a los de Compromís. “hemos consolidado nuestros votos”, comentaban Ignasi Garcia y Marta Sorlí. Importante para una agrupación que perdió un concejal en Castellón de la Plana en las últimas elecciones.
Mientras todo eso ronda por la cabeza de los políticos, los ciudadanos en la calle no quieren saber más de elecciones. Ayer eran muchos los que votaron “porque tenían que hacerlo”, y con ello demostraron una responsabilidad que hoy no se sabe si contagiará a los representantes que han salido de las urnas.
Pesimismo en la calle, ganas de vivir el día a día y de que los políticos se pongan de acuerdo, por una vez. El país no puede permitirse unas nuevas elecciones en el plazo de unos meses… ¿o si?
