Representación magistral de un musical difícil y poco convencional que mantiene la atención y la tensión hasta el final
El Teatro Principal de Castellón ha inaugurado su temporada de teatro 2017-2018 ‘Engánchate a las emociones’ con la representación del musical ‘el Ascensor’. Un drama ‘a tres’ en el que la se combinan espacios y tiempos para crear una historia que mantiene la máxima tensión hasta el último momento.
EM/Castellón Información
El conseller de Educación, Investigación, Cultura y Deporte, Vicent Marzà, ha asistido esta tarde a la representación de la obra ‘El ascensor’ en el Teatro Principal de Castellón.
Con esta representación teatral se ha inaugurado la temporada cultural del Institut Valencià de Cultura en Castellón, con el lema 'Engánchate a las emociones'.
Ficha técnica:
Nombre: El Ascensor
Autor: José Masegosa
Producción: Actor´s Firts Daniel Casado y José Masegosa
Dirección, libreto y música: José Masegosa
Intérpretes: Paco Arrojo, Naim Thomas y Laura Enrech
Pianista: José Alberto Iranejo
Género: Thriller romántico musical
Estreno mundial, ganadora del concurso ‘Talent Madrid 2016’ como mejor espectáculo musical y premio del público. Se estrenó el 12 de febrero de 2017 en el Teatro Pavon Kamikaze de Madrid
La obra
Básicamente el argumento se centra sobre las relaciones de una pareja en crisis cuyos sentimientos y situaciones afloran hacia el abismo, y la intervención de una tercera persona que constituye la pieza dispar, o no tanto, como se comprueba a través de la representación, como el nexo de unión que va a resolver el drama.
El Ascensor es una obra que relata una historia mil veces contada, pero desde un aspecto poco convencional, tanto en su representación, como en su presentación. El musical plantea un conflicto familiar que se desarrolla sobre el eje del encuentro de dos de sus protagonistas en un ascensor. A partir de entonces el desarrollo es dinámico, mezclando escenas y tiempos, dentro y fuera de ese ascensor, y con un único escenario, de forma que la acción se desarrolla continuamente en un solo decorado, en el que juegan un papel fundamental las luces, el enfoque de cada uno de los elementos y, fundamentalmente la música, que acompaña continuamente a los actores.
No es una obra fácil ni está dirigida a un público convencional, porque la obra no lo es en absoluto. Solo cuatro personas en el escenario, los tres actores y el músico que les acompaña al piano Entre los cuatro realizan una sucesión de escenas dinámicas que no dejan un segundo al aburrimiento, que requieren la continua atención del público para enlazar las visiones y los momentos.
La historia se cuenta con momentos, escenas que se superponen unas con otras, y en las que el público debe enlazar qué tiempo del relato se sucede para no perder el hilo argumental, cuya culminación se anuncia pero no se resuelve hasta el último instante, de forma rotunda.
En medio de todo, las sensaciones: amor, odio, deseo, resentimiento, insatisfacción, miedo, angustia, ira y liberación. Emociones que el público puede palpar y reconocer a través de las dotes interpretativas de estos cuatro componentes, que realizan un trabajo magistral para mantener la tensión de principio a fin. Sin esa interpretación y la forma en que está dirigida, la obra se caería. Y eso no ha sucedido esta noche.
Un esfuerzo que los actores y el músico comparten con el público hasta agotarse por completo.
El público
Como ya se ha comentado, no es una obra para un público convencional. El Teatro principal de Castellón tampoco estaba el todo lleno. La respuesta ha sido dispar. Genial para la gran mayoría de los asistentes, extraño para otros, e incluso incomprensible para algunos.
Pero la representación, salvo pequeños detalles puntuales, ha sido magistral.
