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jueves, 28 de marzo de 2024 | Última actualización: 18:49

La directiva de una Gaiata de Castellón veta a su madrina para evitar que sea Dama o Reina de la Ciudad

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Representantes de la Junta de Fiestas había alegado para que se suprimiera la necesidad de un informe de ‘buena conducta’

La directiva de una de las Gaiatas de Castellón ha ‘vetado’ a su madrina, a la que ha negado el informe ‘de buena conducta’, para que pudiera presentarse a Dama de la ciudad o reina de las Fiestas. El veto ha generado malestar, no solo en la familia de la niña sino también en el colectivo festero, sobre todo, porque ya los representantes de la Junta de Fiestas pidieron que se retirara este punto en el reglamento de elección de las representantes de la ciudad. Alegación que fue ignorada por Sara Usó

Esperanza Molina/ Castellón Información

Hubo un tiempo en el que, para poder trabajar o simplemente para poder vivir, era necesario disponer de un ‘certificado de buena conducta’. Estos certificados eran expedidos por órganos oficiales que tenían muy en cuenta los colores políticos de la persona, o su adhesión demostrada al régimen totalitario, para poder concederlo.

Certificados buena conducta El Pais 1979

Ahora, el Reglamento para la elección de Damas o Reina de la Ciudad, ha vuelto a resucitar la necesidad de este ‘certificado de buena conducta’ para poder optar al derecho de presentarse a Dama o reina de la ciudad.

Es cierto que, en determinados puestos relacionados con la administración o lugares de trabajo muy concretos, se exigen certificados de penales para poder ejercer cierto tipo de cargos o labores. Pero de ahí a condicionar a una madrina y a su familia, con un ‘informe’ positivo del ente festero al que pertenece, va un paso muy largo. Sobre todo, porque se puede caer en temas de piques personales, enfrentamientos internos o simplemente envidias, para ensalzar o destruir a una niña de Castellón, que tiene aspiraciones de presentar su candidatura y optar, como las demás, a un cargo de representación de la ciudad.

Por disparatado que parezca, así lo exige el nuevo Reglamento de elección, aprobado por el Consejo Rector de las Fiestas, por mayoría, a propuesta de la presidenta el patronato, Sara Usó.

Concretamente, se trata del Anexo IV que dice lo siguiente:

“Anexo IV: por el que la Gaiata a la que representó como Madrina/Madrina Infantil, con firma de su presidente/a y sello de la entidad, apoya su candidatura para la elección de Reinas y Damas de la ciudad para la Magdalena 2019, y certificando que dicha candidata ha ejercido su cargo de Madrina/Madrina Infantil de forma responsable y satisfactoria”.

Cuando se presentó el Reglamento, parte de la Junta de Fiestas presentó alegaciones, que no se tuvieron en cuenta por parte de la presidenta del Patronato.

La alegación indicaba lo siguiente:

“Alegación: Consideramos que este trámite puede ser discriminatorio para aquellas candidatas que, por las circunstancias que sean, no hayan conectado con su presidente/a y este se niegue a avalar su candidatura, es decir, se pone en manos de los presidentes/as una “espada de Damocles” que penderá durante todo el ciclo festero sobre las madrinas y obligando, tal vez, a algunas de ellas a aceptar todas las condiciones o imposiciones que se les presenten si quieren contar con el susodicho aval y que esta condición para la candidata/s puede llegar a coartar su libertad de expresión respecto al comportamiento del Presidente/a y/o comisión de la Gaiata hacia su persona”.

Los elementos apuntados en esta alegación ya se han dado. Según ha podido saber este periódico, hay una Gaiata cuya Junta Directiva ha respondido lo siguiente a la niña: “Reunida la junta directiva, a propósito de tu petición, se ha decidido por mayoría no avalar tu candidatura porque consideramos que no has cumplido con tus obligaciones y deberes como madrina de la Gaiata”.

Este periódico prefiere no revelar los datos de la peticionaria ni de la dirección de la Gaiata que ha dado esta respuesta… pero desde Castellón Información surgen demasiadas preguntas: ¿Es consciente el Patronato de Fiestas de que, en condiciones como la presente se puede destruir la reputación, sentimientos y estimación personal de una joven o niña de por vida?

¿Qué puede pasar por la mente de esa niña o esa familia en un sector de fiestas, donde se conocen todos sus integrantes, cuando se recibe una respuesta semejante?

¿Es consciente el Patronato de que está repitiendo comportamientos que se dieron de forma cotidiana durante una negra y larga dictadura de 40 años?

Todo ello, por no alegar otras sugerencias como, por ejemplo: ¿Existe un reglamento regulado de las competencias y funciones que debe cumplir una madrina de Gaiata? ¿O simplemente se deja en manos de la directiva de turno la valoración de si la niña o su familia les cae más o menos simpática para creerse con el derecho de arruinarle la vida?