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jueves, 28 de marzo de 2024 | Última actualización: 18:17

Fariseo

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Marisol Linares. Exdiputada del PP.

Persona hipócrita que finge una moral y unos sentimientos en este caso no religiosos, sino políticos que no tiene. Esta sería una definición acertada para un Presidente de España que es capaz de dar el pésame a Bildu por la muerte de un etarra que pudo elegir cómo morir, oportunidad que no han tenido las víctimas de ETA, y que ha provocado la indignación de la sociedad española y de los cuerpos y fuerzas de seguridad, ya que no se entiende cómo puede poner en un mismo nivel al verdugo y a la víctima.

Se es un fariseo cuando se piden responsabilidades al PP por el caso 'Kitchen', pero cuando en el caso de los ERES de Andalucía se condenó a la plana mayor del socialismo, dijo que eso eran cosas del pasado y nunca ha asumido su responsabilidad como secretario general del PSOE. 

Se es un fariseo cuándo dijo que la transparencia y el decoro llegarían con su gobierno y no es capaz de plantarse o soltar lastre de sus socios podemitas imputados por delitos varios.

Se es fariseo también cuando se deja a las Comunidades Autónomas a su suerte en la lucha contra la pandemia y se olvida también de la caída del PIB, la mayor de toda Europa, se olvida del aumento del paro, también el mayor de toda la eurozona, y se olvida de las colas del hambre que, en el caso de Valencia, la cola del Banco de Alimentos daba la vuelta alrededor del campo de Mestalla.

La incapacidad de un Gobierno como éste que se vanagloria de hacerlo todo bien y que tiende la mano a la oposición para que le apoye en sus desmanes es un Gobierno que no conoce las necesidades de los españoles y que está fuera de la realidad social.

Su cacareada frase: nadie se quedará atrás, se contradice una vez más, con el aumento del paro, la continuidad de los ERTES y la no llegada del salario mínimo vital  que aumenta el sufrimiento de las familias, mientras asistimos a una apuesta de escena de un presidente que pasará a la historia de España por mentir y hacer siempre lo contrario de lo que dice. Basta repasar las hemerotecas para darse cuenta de los escándalos tapados, de las mentiras repetidas y de la ineficacia de todo un gobierno cuyo vicepresidente se dedica a atacar las instituciones del Estado y menoscabar los cimientos de una nación, mientras su máximo responsable, el señor Sánchez, mira hacia otro lado.

Cuanto antes deberían convocarse elecciones y que los españoles puedan decidir por un gobierno fuerte y estable que nos reconduzca a la senda de la recuperación económica, democrática e institucional y que nos asegure a los españoles un futuro de paz y bienestar  al que tenemos derecho a disfrutar.