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sábado, 20 de abril de 2024 | Última actualización: 22:37

Portugal y España

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Jorge Fuentes. Embajador de España.

Desde siempre y sin ningún motivo justificado España ha mirado por encima del hombro a Portugal. Son pocos los españoles que hablan portugués han visitado el país vecino en tanto que la mayor parte de los portugueses conocen nuestro país y nuestro idioma. Tendemos a ignorar la admirable Historia de nuestro vecino del Oeste que pese a su reducida superficie y población -casi un quinto de la española- fue capaz de grandes gestas en su pasado que le hicieron poseer hasta bien entrado el siglo XX un imperio colonial que se extendía desde América (Brasil), hasta África (Angola y Mozambique) y Asia (Macao, Goa).

Oí decir el otro día al apolíneo Oriol Junqueras que los españoles nos parecemos a los portugueses y los catalanes se parecen a los franceses. Convendrán conmigo en que es difícil decir dislate mayor, en especial porque una vez más lo dijo con intención despectiva tanto hacia España como hacia Portugal.

Lo cierto es que España y Portugal tienen muchos puntos de convergencia pero todavía muchos más de diferencia. Personalmente admiro mucho la sencillez, la corrección, las buenas formas, el respeto a los demás reflejado en el uso de un idioma en que no solo se conserva el ‘usted’ sino incluso la utilización de la tercera persona. ‘¿Aceptaría el señor tomar un café conmigo?’.

Las principales diferencias entre los dos países juegan en favor de Portugal y son bien claras:

1. Portugal es un país unitario sin las tendencias centrifugas que en España son causa de tantos males.

2. Portugal no tiene terrorismo.

3. Los índices de paro portugueses son del 13%, casi la mitad de los españoles.

4. Portugal no tiene la corrupción rampante que afecta a España al menos desde el comienzo de la democracia.

5. España tiene con Portugal un comercio tan intenso como lo tiene con todos los países hispanoamericanos juntos.

Digo cuanto antecede no solo para demostrar que necia e injustificada es nuestra altanería y nuestro ridículo complejo de superioridad respecto a nuestros vecinos sino también para explicar algo que acaba de ocurrir en Portugal.

El domingo 4/10/15 se celebraron en Portugal elecciones generales en que triunfó por mayoría simple, contra todo pronóstico y dando la vuelta a las encuestas, el partido conservador de Passos Coelho. Si los partidos de izquierdas se hubieran aliado podrían haber formado una mayoría cualificada pero los socialistas portugueses, al menos en un primer momento, renunciaron hacerlo, para evitar tener que pactar con una izquierda radical, anti sistema y anti europea, no muy diferente a algunas facciones españolas.

Si damos un vistazo a países vecinos - Reino Unido, Portugal, Francia- podríamos sacar la impresión de que en España va a ser posible que el 20 de Diciembre el PP salga victorioso y gobierne en solitario.

No es muy probable que así ocurra y precisamente por cuanto se ha dicho más arriba que marca nuestra gran diferencia con Portugal. Al PP le va a ser muy difícil vencer y casi imposible hacerlo por mayoría absoluta. Tal como están las cosas, una gran coalición PP-PSOE a la alemana resultara imposible. De los restantes partidos, el único con el que cabe una posible coalición de derechas es con Ciudadanos que por el momento y con toda lógica se hace el interesante y rehúsa desvelar sus planes. Para alcanzar el Gobierno, el PSOE por el contrario estaría dispuesto a pactar con cualquiera: con Podemos, con Ciudadanos, con los nacionalistas etc. Si al final resultara que C’s pacta con el PSOE, el votante tendría todas las razones del mundo para sentirse engañado ya que Rivera habría birlado los votos al PP para entregárselos al PSOE. Espero que eso no ocurra así pero solo lo sabremos a partir del 21/D.