Por primera vez en 41 años, han sido las mujeres las que han asistido al evento, después han visitado el Castell Vell
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El Colegio Apostólico de Castellón celebró su comida del segundo domingo de Cuaresma, una tradición centenaria, documentada desde 1865, ligada a la procesión de Penitentes, en la Torna de la Magdalena, en el Forn del Pla, y que participa en ella, representando a las figuras de los apóstoles.
El invitado de honor de este año ha sido Sebastián Pla, que no ha podido asistir, por lo que, por vez primera en 41 años han sigo las mujeres de los cofrades los que han compartido este evento.
La reunión se prolongaba hasta bien entrada la tarde. El Colegio Apostólico aprovechó para visitar el nuevo Centro de Interpretación del Castell Vell y el itinerario tras la actuación en el lugar del equipo de arqueólogos y arquitectos que han recuperado este emblemático lugar.