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jueves, 28 de marzo de 2024 | Última actualización: 19:24

La despoblación hace estragos y causa una caída del 10,7% en las reservas de turismo rural en Castellón

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La bajada indica el problema que supone la estacionalización en un sector que se ve mermado en los primeros meses del año

Rafa Mezquita//Castellón Información

La despoblación se ceba con Castellón y con su turismo rural. Uno de los sectores referencia de la provincia se ve mermado por una lacra que ya afecta a varios municipios del interior. De hecho, las reservas en alojamientos rurales en 2019 descendieron un 10,7% con respecto al año anterior. Una bajada a doble cifra para nada alentadora que se cerró en 114.737 pernoctaciones el pasado curso, según los datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Uno de los problemas principales del sector, como queda demostrado en los datos, es la estacionalización. 20.500 reservas se registraron en agosto, aunque descendieron a 7.400 en septiembre, según la misma fuente documental.

Julio, con 4.070 viajeros, fue el mes con más demanda, puesto que visitaron los alojamientos rurales de la provincia cincuenta personas más que en agosto --el segundo-- y 200 más que en enero, que fue el que menos visitantes recibió. Como nota destacada, la llegada de turistas no varió demasiado entre marzo y diciembre. Eso sí, hay que tener en cuenta los puntos más altos en la época estival.

Enero es el mes más flojo y julio el que más beneficios aporta

El séptimo mes también fue el que contó con más establecimientos rurales abiertos en la provincia. Un total de 444 abrieron sus puertas para hospedar a los viajeros atraídos por el turismo, las fiestas, la gastronomía y las costumbres del interior de Castellón. Como es lógico y con el fin de la temporada alta, el inicio del año descendió la oferta de alojamientos y en enero tan solo había 358 que se podían reservar en la época habitual de descanso del personal.

Por último, la estancia media de los turistas en las casas y hoteles rurales de la provincia fue de dos días y medio por persona, una diferencia del 0,2% respecto al año anterior y que también obtuvo su pico en julio, cuando los turistas optaron por pasar más días de vacaciones en lugar de viajar a Castellón tan solo por una escapada de corto tiempo.