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Los carteles de la Feria de la Magdalena 2013

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Sin rubor hay que felicitar a la empresa por las ganaderías contratadas. A nosotros, que sabemos valorar la raza y bravura de los toros, no nos queda otra que esperar que los toros que salgan a la arena acrediten, por su trapío y raza, lo que la divisa que lucen prendida en el morrillo proclama. Interesante parece.

Desde que se han hecho públicos los carteles de la próxima Feria de la Magdalena los comentarios sobre la bondad o la descalificación de los mismos por parte de la crítica y abonados ha sido incesante y, todo ello, a consecuencia del indudable interés que despierta en Castellón la primera feria importante de la temporada.

Independiente de lo que suceda en el ruedo durante los días de la feria, que eso estará en función de la bravura de los toros y del arte de los matadores, sí que ante la lectura de estos carteles es muy difícil no realizar algunos comentarios que no serán más de lo reflejado por la afición al tener conocimiento de los mismos.

Destaca en primer lugar que la mayoría de los matadores de las cinco corridas de toros, están en el rol de la empresa que, naturalmente debe ponerlos sin que sus bolsillos sufran excesivo quebranto, lo cual es perfectamente justo, la empresa debe de ganar dinero; para eso está, aunque ello no quita el afirmar que esta especie de monopolio sea lo más conveniente. Como consecuencia puede suponerse que la feria puede resultar relativamente económica, ya que, indudablemente se echa en falta los nombres de figuras relevantes que ayudan a prestigiar los carteles, todo ello con independencia del arte y buen toreo que, en eso no me meto, pueden exhibir los contratados; experiencia y arte no les falta.

Destaca, en cambio, la solvencia de las ganaderías contratadas (otra cosa será el juego que desarrollen en el ruedo) pero, en principio, parecen de garantía tanto por su encaste, como por el buen recuerdo que de ellas guardamos de anteriores ocasiones. Tanto Fuente Ymbro, como Jandilla, García Jiménez (menos conocida) como Victorino, Miura y Cuadri, merecen mucho crédito en cuento al comportamiento de sus toros.

Llama la atención que la corrida de toros del día de la Magdalena se haya declarado ‘Corrida de la Beneficencia’ que, a lo largo de varias temporadas venía celebrándose en los primeros días de junio. ¿Motivos del adelanto? Los comentarios se suceden. Es un medio de asegurar una interesante recaudación, por el hecho de formar parte del abono, lo que antes no sucedía.

Del mismo modo se critica el sistema del ‘concurso de ganaderías’, con la participación de las ganaderías de Victorino, Miura y Cuadri que se lidiarán esa tarde a razón de dos reses de cada una, por los matadores designados en cartel que, naturalmente no entrarán en el sorteo de los lotes. A los detractores de este sistema les gustaría ver cada una de las tardes, los corros completos de seis ejemplares. Yo me inclino por esta experiencia y por la de asignar a los matadores en cada una de las ganaderías, puede ser una garantía y, sin duda, contraer una responsabilidad del matador de cada lote.

Lo cierto es que la actual crisis económica ha condicionado bastante la confección de carteles y se han buscado fórmulas que puedan hacer sostenible la Feria y creo que la empresa ha conseguido un aceptable resultado, pues si bien en los carteles faltan nombres como el de José María Manzanares, El Juli, José Tomás o Alejandro Talavante, no es menos cierto que figuran otros que pueden dar lecciones de buen toreo, como Sebastián Castella, El Cid, Perera o Uceda Leal, el último triunfador. Guardan cierto margen de confianza, El Fandi, Matías Tejela, Luque, Bolívar, Eduardo Gallo, Diego Urdiales, el valiente Rafaelillo y Luís Fandilla.

En otro orden de cosas, cabe señalar el debut con caballos de Vicente Soler Lázaro a quien veo encaminado a ser alguien en este dificilísimo mundo del toreo. Le deseo todo el éxito del mundo y que no sea un nombre más a añadir a la, ya larga nómina, de ‘toreros muertos’ de Castellón, en el mejor sentido de la palabra.

Por último, quisiera señalar la falta de sensibilidad hacia un torero de Castellón: Abel Valls, ni mejor ni peor que otros tantos que rellenan los carteles y que sin embargo sigue esforzándose para llegar algún día a ser algo en el toreo.

                                                                                                                       José Alfonso Salmerón Aledón