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jueves, 28 de marzo de 2024 | Última actualización: 19:28

Y sigue brillando

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Rafa Cerdá Torres. Abogado.

¡A qué grado de hartazgo hemos llegado los sufridos contribuyentes! Es cierto que con esta afirmación no he descubierto América ni mucho menos, ni tampoco afirmo una novedad que no haya sido machaconamente repetida a lo largo y ancho de esta España nuestra. Los bloqueos políticos a la hora de conformar un gobierno estable, los escándalos de corrupción cuyo nivel de podredumbre siempre alcanza mayor fetidez, la recuperación económica que llega pero no se extiende, y así un largo rosario de situaciones que, a pesar del cacareo insistente de los políticos con sus ‘sociales’ pretensiones, no ayudan a sobrellevar el día a día.

Pero permítanme ser optimista. Seguro que lo vamos a conseguir: con esfuerzo, responsabilidad y una pequeña dosis de riesgo. Vamos a mejorar. Vamos a sacar adelante este país. Vamos a ayudar a quién lo necesita. Vamos. Sin excluir a nadie. De peores han salido nuestros abuelos; trabajando mucho y muy bien. De forma constante y sin pausa, no cayendo en precipitaciones, pero sólo considerando el pasado para asegurar el presente y mejorar el futuro.

Por supuesto que el esfuerzo para sacar adelante un país recae en el esfuerzo de su gente. Nadie por sí mismo puede reconstruir una sociedad, pero sí constituir un símbolo; un punto de unión que aglutine los mejores valores de la ciudadanía: constancia, serenidad, continuidad con apertura a los cambios y favorecer el entendimiento, nunca la división. El símbolo que aludo tiene nombre; Isabel. Este sábado día 6 de febrero cumplió la friolera cifra de 64 años como soberana del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.

Esta reina nonagenaria acumula como Jefe de Estado una fabulosa experiencia a nivel histórico, y con el transcurso de más de seis décadas ofrece a su nación el mejor de los mensajes: la unidad constituye la garantía de un buen presente, dando continuidad a aquello que es útil para la gente sin miedo a las reformas a plantearse en el futuro. Con un legado extenso y profundo como el Lago Ness de las tierras escocesas sobre las que reina, Isabel II siempre me ha dado una sabia lección que ojalá se aplicara en España: la Historia siempre debe constituir un motor de unión y cambio, nunca erigirse como causa de controversia.

Por desgracia la técnica del 'y tú más' a todos los niveles imaginables, choca de frente con el símbolo de estabilidad y unión de la reina Isabel, la verdadera joya de la Corona que sigue brillando con toda su fuerza.