Vicente Guillamón. Concejal del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Castellón.
Cero euros se van a destinar en el distrito marítimo con los presupuestos participativos. Ni un euro de las demandas vecinales se va a invertir de estos presupuestos que puso en marcha el Partido Popular y que, por primera vez, dejan fuera a las asociaciones vecinales.
Las decisiones que siempre se habían tomado teniendo en cuenta la opinión de los vecinos para solucionar las necesidades en nuestras calles y espacios compartidos por todos, ahora han sido tomadas mediante un sistema de votaciones supuestamente innovador y democrático que ha resultado ser un auténtico fracaso. Y es que los experimentos deberían hacerlos en su casa…y con gaseosa.
Y para muestra, un botón: poco más del 1% de los ciudadanos ha participado y teniendo en cuenta que cada ciudadano podía votar las veces que quisiera, ni siquiera podemos saber qué impacto ha tenido este nuevo sistema sobre la capacidad de decidir de los ciudadanos, que es precisamente la función con la que nacieron los presupuestos participativos hace 10 años.
A algún barrio, como San Lorenzo, le ha tocado el 'gordo' sin los vecinos saberlo. Un buen pellizco de estos presupuestos ha caído en la zona con proyectos que los propios vecinos ni han pedido ni han votado.
Al parecer, el bipartito no ha encontrado ninguna obra demandada por los graueros a sufragar con los 1,6 millones de euros que destina este año a los presupuestos participativos. El nuevo sistema de participación ha dejado fuera a los casi 20.000 habitantes del Grau, y ninguno de los proyectos pedidos por los ciudadanos, como el acondicionamiento de instalaciones deportivas, verá la luz. Esta vez, el bipartito ha decidido y permitido que sea más importante instalar un tatami que mejorar unas instalaciones utilizadas a diario por niños y adultos en diferentes modalidades deportivas.
Los presupuestos de este año han servido además para ejecutar proyectos que ya fueron adoptados en el pleno y que deberían haberse acometido sí o sí al margen de los presupuestos participativos y reservando éstos para desarrollar obras decididas por los vecinos. Cero transparencias en los participativos de este año, y nula participación.
2.900 votos en una ciudad de 180.000 han decidido el destino de unos presupuestos que salen del bolsillo de todos y que no han tenido en cuenta las necesidades reales de la gente. Y no la han tenido en cuenta porque no la han escuchado, ya que a cada paso que da este nuevo gobierno, está acabando con el movimiento asociativo de nuestra ciudad y haciendo fracasar con ello que la voz ciudadana decida cómo gastar el dinero de todos.
No escuchan, y por desgracia esto no es nuevo. No escucharon a los graueros para colocarnos un camping ilegal de autocaravanas, tampoco para instalar un toldo en el paseo Buenavista y ahora tampoco nos han escuchado para llevar a cabo los presupuestos participativos.
Pero no escuchar no les saldrá gratis, porque este es un nuevo paso atrás de un bipartito que cada vez está más lejos de la gente.
