Jorge Fuentes. Embajador de España.
Los veranos son maravillosos por muchos conceptos: los largos días de luz y sol renuevan nuestras neuronas, el mar nos revigoriza, el reencuentro tumultuoso con la familia nos rejuvenece.
Pero desde el punto de vista informativo los meses de julio y Aagosto son insoportables. No es de extrañar que en ellos y para cubrir los vacíos informativos, nacieran las historias de dragones y serpientes, los cuentos del lago Ness y otras fantasías.
Los dragones de este año, no por dramáticos menos reiterativos, son:
-La Listeriosis provocada por la carne mechada andaluza que ya lleva contabilizados cerca de 200 afectados, dos difuntos y varios abortos. Nunca habíamos hablado tanto de este fiambre ni éramos conscientes de que se consumía tanto en nuestro país.
-El barco de la ONG 'Open arms', sus andanzas por el Mediterráneo y sus 120 emigrantes enloquecidos. El espectáculo que provocaron frente a la isla de Lampedusa, las declaraciones de la Vice española Carmen Calvo y el Ministro italiano Salvini llamativamente similares. El desairado papel desempeñado por el buque 'Audaz' de nuestra marina y la dimisión del Primer Ministro italiano, completan un cuadro bastante bufo.
-Y por último, los incendios, este año voraces en Brasil y en Canarias que continúan destrozando lo poco verde que queda en nuestro planeta y que, para variar, este año se le atribuye no directamente al vandalismo del ser humano sino indirectamente al cambio climático.
Ninguna de estas cuestiones es baladí y sin embargo producen la impresión de ser cortinas de humo que encubren lo que realmente preocupa a los españoles: la falta de un gobierno y de un parlamento que lo controle. La sensación de que nuestros políticos han escurrido el bulto rumbo a sus vacaciones y han dejado al país manga por hombro como si de un navío sin tripulación se tratara.
La impresión, también, de que Sanchez y sus ministros están encantados de su situación provisional que les permite mandar sin tener que dar explicaciones y sin tener que asistir a las incordiantes sesiones de Cortes en que les sacan los colores y han de dar explicaciones de sus dislates.
Nuestros cinco flamantes líderes han desparecido. Casado rebrotó en Canarias para mostrarnos su 'new look' y su preocupación por el incendio; Sanchez tuvo que seguirle en Gran Canaria para no ser menos; Iglesias continúa procreando. Abascal y Rivera siguen desaparecidos lo que mucho lamentan -en el caso del segundo- las revistas del corazón antes que el sufrido votante.
Un vacío informativo importante que no va a durar porque o en el plazo de un mes se ha conseguido formar un gobierno mayoritario o se acaba la legislatura y en Noviembre vamos a nuevas elecciones.
Veo imposible que Sanchez consiga resolver su problema por el flanco derecho. Y muy difícil que acepte una coalición con Podemos y el apoyo de separatistas y ex terroristas. Debemos, por lo tanto, ir mentalizándonos a que en noviembre habrá que votar de nuevo.
Y confiar en que ese nuevo voto no de un resultado semejante al del 28A y sigamos en esta desagradable situación de indefinición. La única solución es que las tres derechas hayan aprendido la lección y sepan capitalizar el voto mayoritario pero inutilizado que obtuvieron en abril.