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jueves, 28 de marzo de 2024 | Última actualización: 21:59

De los EREs y otras corrupciones

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Jorge Fuentes

Con la sentencia de los EREs pronunciada el pasado 19/XI, se cierra provisionalmente, a reserva de lo que juzgue el Supremo y el Constitucional, una historia que comenzó hace una década o, posiblemente, hace 41 años, cuando el PSOE comenzó a gobernar en Andalucía.

Sin duda se trata del mayor proceso de corrupción conocido en España en toda nuestra historia democrática. Y pese a las elevadas penas impuestas a los 19 culpables -hasta quince años de inhabilitación y hasta siete  años de prisión- se ve venir que puede ser la corrupción más cara y más vil de nuestra democracia.

Más cara porque, por ahora, ya se han contabilizado 680 millones de euros gastados de las formas más atrabiliarias, desde compra directa de votos hasta pagos a prostíbulos y dosis masivas de drogas. Pero puede decirse que esos millones son el chocolate del loro pues quedan aun 168 casos por juzgar con lo que la cifra puede elevarse a varios miles de millones (5.000?).

Y es la corrupción más vil, porque esos caudales se sustraían de fondos de la Unión Europea destinados a paliar el desempleo en la región de Europa mas azotada por el paro, tanto el adulto como el juvenil.

Se ve venir, sin embargo, que será la que resulte más barata al partido político que la provocó: el PSOE de Pedro Sanchez.

Resulta vomitivo oír una y otra vez sobre el caso Gürtel y la operación Púnica que hicieron caer respectivamente a un gobierno del PP y causaron graves destrozos al PP de la Comunidad de Madrid. La moción de censura que derribó a Rajoy, unió a las peores gentes de la política española, incluido Ciudadanos que esta purgando sus inconsistencias.

Parece inverosímil que el PP se haya dejado embaucar en la teoría de la superioridad moral de la izquierda y en que los Populares sean el partido corrupto por antonomasia del país, cuando en realidad ocupa un modesto cuarto puesto en la clasificación nacional, muy por debajo del vencedor, el PSOE, de Convergència catalana (hoy JXCat), inventora del famoso 3% que con frecuencia llegaba al 20% y del Gil marbellí que originó la tristemente famosa operación Malaya.

Sanchez y Susana Diaz pretenden escudarse en que aquellos eran otros tiempos y otro PSOE. Y también y en que los acusados no se beneficiaron a titulo personal sino que robaron para mantener las arcas del partido.

Peor aún. Sin aquellos millones que compraron conciencias y votos durante décadas, el PSOE  no se hubiera eternizado en Andalucía ni hubiera gobernado en España mucho más que su único rival hasta hace poco, que era el PP. Incluso los avales que necesitó Sanchez para acceder a la Secretaría General de su partido y más tarde a la Presidencia, le vinieron del mayor granero de votos comprados que existía en España: el andaluz.

Frente a las reiteradas peticiones de perdón del PP cuando se descubrieron sus pecados, ni un solo líder socialista, y menos que ninguno Sánchez, ha pedido disculpas ni mucho menos ha presentado su dimisión (¡a buena hora!) sino que muy al contrario sigue adelante en el intento de formación de un monstruoso gobierno pactando con lo mejorcito de cada casa.

De forma que pasaremos días y meses hablando de los EREs, se seguirán juzgando casos hasta cubrir los 168 pero el PSOE seguirá previsiblemente adelante y los españoles no veremos devolver a las arcas del Estado,  ni una fracción de los miles de millones robados.

Qué vergüenza y qué oprobio. No seria de extrañar que la Unión Europea no volviera a destinar ni un euro a un país que hace tan mal uso de ellos.