Jorge Fuentes. Embajador de España.
Benicàssim una ciudad singular. No solo por la belleza de su centro urbano -aunque no llegue a la categoría de Peñíscola, Morella o Vilafamés- sino por muchos otros rincones que la vuelven atractiva tales como las clásicas Villas, las largas y limpias playas cuidadas con esmero, los montes que la protegen de los fríos de la meseta, el Desierto de las Palmas, las tranquilas urbanizaciones, la intensa vida cultural centrada en la biblioteca, el teatro, el auditorio, los FIB, el concurso de guitarra clásica Francisco Tárraga, la Belle Époque revivida cada año al borde del mar.
No en balde la importante revista de viajes Conde Nest Traveller ha considerado Benicàssim como uno de los 20 mejores destinos turísticos del mundo y único en España, codeándose con lugares míticos como Bali, las islas Fiji, Provence, Córcega, Cerdeña, Cornualles y con capitales como Boston, Berlín, Estocolmo etc.
Por añadidura, Benicàssim es cada vez un poco más internacional y no solo por los muchos foráneos que han fijado aquí su residencia. Recientemente la ciudad ha recibido cuatro nuevas residentes. No vienen atraídas por nuestro sol, nuestra gastronomía y la alegría de nuestras gentes, aunque seguro que todo ello no las molestará.
Se trata de cuatro Hermanas de la Sagrada Familia de Nazaret, Congregación de religiosas fundada en el siglo XIX en Polonia pero que actualmente tiene su sede central en Roma, estando a su frente como Superiora General la madre Jana Zawieja y contando en sus filas con 1.200 religiosas de diversas nacionalidades diseminadas por el mundo entero.
Fue esta Congregación la que acogió al adolescente Karol Woytila cuando perdió a sus padres y la que le acompañó durante toda su carrera religiosa en Polonia y en Roma donde se convirtió en Juan Pablo II y hasta su fallecimiento.
Las Hermanas Catalina, Carolina, Miguelina y Paula son las cuatro primeras religiosas de la Familia de Nazaret destacadas en España. En Benicàssim contaran también con la compañía de las monjas Agustinas y las Oblatas.
Ello ha ocurrido gracias al dinamismo e iniciativa de nuestro Párroco don Luis Oliver, tras una hábil negociación en Roma con la Superiora de la Congregación. Convinieron que las cuatro jóvenes Hermanas polacas se instalarían en el antiguo edificio de la calle Tirant lo Blanc de Benicàssim, para desplegar desde allí su actividad en Cáritas, en Catequesis, en la visita a ancianos y necesitados, en la oración.
El pasado día 7, víspera de la Inmaculada Concepción, el Obispo de Segorbe-Castellón, Monseñor Casimiro López, inauguró solemnemente la capilla del nuevo convento cerrada al culto desde hace décadas, con una Misa en que se agotaron las plazas.
Las muy hospitalarias monjas supieron hacer los honores a sus muy numerosos visitantes y ya amigos, ofreciéndonos un ágape con dulces preparados primorosamente por ellas mismas.
Fue un privilegio poder departir con el señor Obispo, con la Superiora General, Madre Zawieja, venida desde Roma para la ocasión, y con el artífice de la gesta, don Luis Oliver, un gran párroco que está impulsando sabiamente la vida religiosa del lugar y que no dudo dará un buen empujón a la magna obra de conclusión de la nueva Iglesia.
Ello si antes no nos lo ‘roban’ desde el Vaticano. Créanme, a lo largo de mi vida profesional he conocido a muchos diplomáticos vaticanos, a Nuncios, Arzobispos y Cardenales y puedo asegurarles que Don Luis no desmerecería entre ellos.
En estos días en que España tiembla tras las elecciones andaluzas, en que se emociona con el cuadragésimo aniversario de la Constitución y en que se produce el mayor y más movido puente del año, he aquí que desde Benicàssim, estas cuatro Hermanas tienen la importante misión de irradiar bondad y espiritualidad a toda la Diócesis.
Mucho éxito, Hermanas.
