Enrique Domínguez. Economista.
Para cualquier sector económico es importante, aunque casi nunca se reconoce, el disponer de estudios, informes y análisis que plasmen la evolución seguida en los últimos años o las perspectivas a corto o a medio plazo del mismo. Por eso, ante la inminente feria de Cevisama 2018 es relevante tenerlo en cuenta.
El sector cerámico español, ubicado principalmente en la provincia de Castellón, ha dispuesto, además de los análisis del departamento de estudios de la propia asociación, de diferentes encuestas e informes. Mientras la Cámara de Comercio tuvo su Area de Estudios, ésta puso en marcha una encuesta de coyuntura industrial que, de manera discontinua desde 1973 y de forma continuada en los últimos veinte años hasta su desaparición en 2014, reflejaba el comportamiento de los sectores industriales castellonenses y, en particular, el cerámico.
Con esa encuesta de coyuntura y con otra relativa al comportamiento de la actividad específica de exportación y, además, con los estudios anuales de perspectivas y de los análisis de diferentes consultoras, el sector cerámico disponía de un conjunto de herramientas que permitían comprobar a posteriori la trayectoria seguida por el sector.
Faltaba, y eso no lo tenía ni tiene el sector cerámico español, un servicio de estudios o una empresa que analizara la prospectiva del mismo, su posible evolución futura, sus mercados con más futuro o el comportamiento del consumidor y sus gustos cambiantes.
Pero, ¿a qué viene todo esto? Pues es una introducción al hecho de que el sector italiano ya contaba en los años noventa del pasado siglo con sus estudios anuales de ‘Indagine statistica’ y, actualmente, con análisis que estudian los mercados a los que el sector cerámico italiano deberá dirigir sus esfuerzos en este año. Y aquí viene el posible problema porque se recomienda, ante el menor empuje de sus mercados clásicos, como Alemania y Estados Unidos, incrementar sus acciones comerciales en Africa del Norte y en los países del Golfo.
Pero antes, veamos cómo han evolucionado las exportaciones de España e Italia hacia esas dos áreas en los últimos años según las estadísticas de Euroestacom del ICEX. Esta fuente incluye en Africa del Norte a Argelia, Egipto, Sahara Occidental, Libia, Marruecos y Túnez y en los países del Golfo a EAU, Bahrein, Kuwait, Oman, Katar, Arabia Saudita y Yemen.
Se constata que Italia facturó a esas zonas el 4,10% del valor total exportado en 2015, el 3,90% en 2016 y el 3,91% hasta noviembre de 2017. España, por su parte, vendió para esos mismos periodos el 22,1%, el 19,5% y el 15,9%, respectivamente. En el caso español se han constatado en 2017 los problemas en Africa del Norte, que continúan en el momento presente también para Italia.
Que las empresas italianas decidan exportar más a esas zonas podría significar, en principio, una mayor competencia, dado el peso que para España tiene este mercado. Pero, fijémonos en los precios por m2 vendido: Italia registró un valor medio en 2015 de 12,54 €/m2 frente a 5,06 €/m2 de España; en 2016 fueron 12,74 €/m2 y 5,01 €/m2, respectivamente y de enero a noviembre de 2017, 12,48 €/m2 y un importe que estimo en torno a 5 €/m2 porque la estadística da un dato erróneo.
En mi opinión, que Italia quiera exportar más a esa área es, sencillamente, ejercer su derecho a exportar. Sin embargo, vistos los valores medios está claro que Italia se dirige principalmente a clientes de mayor standing que se ven menos afectados por las crisis de cualquier tipo, mientras que España, al vender a precios más ajustados, puede notar más esa competencia si Italia decide incrementar sus ventas a clientes de niveles medio o bajos.
Este es un problema que cada vez notará más el sector español. Pero, el que el sector italiano también esté de acuerdo en seguir impidiendo a China vender sin apenas aranceles, es un tema sobre el que ambos países, más España que Italia, deberán reflexionar porque no se pueden poner puertas al campo permanentemente.
