Carmen Albert. Concejala de Comercio, Transportes y Movilidad del Ayuntamiento de Castellón.
En estos últimos meses, mucho se ha hablado acerca del Plan General de Ordenación Urbana de Castellón, e incluso se ha puesto en entredicho de manera malintencionada el contenido del mismo y el trabajo de todos estos años acerca de dicho plan. Un planeamiento que ordena el uso del suelo y regula las condiciones para su transformación o, en su caso, conservación. Ahora bien, para poder hablar de forma seria y responsable de un tema de tanta importancia para una ciudad como es éste, es fundamental tener claras varias cuestiones.
Cuestiones como que el PGOU de la capital dela Planano tiene problemas de fondo ni de contenido, que se ha tramitado conforme a la ley y se ha subsanado cuanto ha exigido la justicia, además de haberse desarrollado de manera transparente y participativa. Por tanto, como consideramos que el Ayuntamiento de Castellón ha adaptado el documento del plan general a la realidad material y jurídica del momento tal y como estableció el Tribunal Supremo, de la mano dela Generalitatse ha presentado un recurso de casación que defiende los intereses del conjunto de los castellonenses.
También es importante remarcar que actualmente nuestra ordenación urbanística se encuentra amparada por el régimen transitorio del Consell, lo que garantiza una normal actividad urbanística en Castellón.
Es más, la voluntad de Bataller, nuestro Alcalde, es que el urbanismo en Castellón continúe siendo transparente, participativo, abierto. Ante todo, al servicio de la ciudad. Por esa razón, se está trabajando en la puesta en marcha de un foro. Un espacio estratégico que cuente con el máximo número de opiniones posible, con todos los agentes sociales que tengan algo que decir en el desarrollo de la mejor ciudad desde el punto de vista urbanístico: sector empresarial, sector privado, colegios profesionales, centros tecnológicos y académicos especializados, las diferentes asociaciones…
Estamos ante un momento en el que ha disminuido considerablemente la actividad urbanística, un momento idóneo para, a través de esta herramienta participativa, poner sobre la mesa las reflexiones y argumentos que guíen el futuro de nuestra ciudad. Porque repensar la ciudad del futuro es cosa de todos los castellonenses.
