El aragonés, que está cuajando grandes actuaciones, quiere que todos estén con los pies en el suelo. El Villarreal es claro favorito para ascender, pero tiene que reaccionar y, especialmente, ganar lejos de El Madrigal porque le está costando mucho y con los puntos de casa no serán suficientes para alcanzar el objetivo. El domingo les visita un rival que lejos de casa también le cuesta ganar.
El equipo amarillo se prepara concienzudamente para recibir a Las Palmas en casa, donde se quiere mantener la línea de victorias.
El centrocampista zaragozano Rubén Gracia 'Cani' dijo que la reacción del equipo, en parte está motivada por la llegada del nuevo míster, pero quiso destacar que también han venido siete refuerzos en el mercador de invierno que ha servido para mejorar el nivel del plantel. Además, aseguró que no quiere pensar más allá del partido del próximo domingo contra Las Palmas. No quiere hacer castillos en el aire.
“La reacción que hemos experimentado ha sido motivada por la aportación de todos, los que estábamos, los que han venido nuevos y por lo que también ha aportado el entrenador. No hay que señalar a unos o a otros”, destacó el centrocampista del Villarreal.
Preguntado sobre el número de puntos que harán falta para ascender a Primera División (dicen que harían falta unos 80), el aragonés aseguró que “yo no sé lo que pasará al final, me centro en pensar partido tras partido”. Además, aseguró que el el Vilarreal va “por la buena línea” y que todos los jugadores “hemos subido el nivel”.
El rival anda mal lejos de casa
Hace más de tres meses que Las Palmas no gana fuera de casa. La última victoria a domicilio fue el 11 de noviembre frente al Hércules y en el Rico Pérez (0-2) y, desde entonces, la cosecha como visitante es discreta, con predominio de las decepciones. El reto es recuperar la pegada en El Madrigal.
Hace una semana, recientes todavía los ecos del último patinazo lejos del Gran Canaria en Alcorcón (3-1), Mariano Barbosa llegó a calificar a la UD como «una banda» cada vez que actuaba como visitante. El portero, hombre de discurso frontal, admitía que de un tiempo a esta parte los malos resultados en campos ajenos se condimentaban, además, con rendimientos impropios. «Eso no puede ser», lamentaba con vehemencia Barbosa, sincero al no encontrar explicación a tamaña transformación grupal dependiendo del escenario. Solventes como locales y un chollo cuando tocaba hacer las maletas.
