Enrique Domínguez. Economista.
Me estoy refiriendo al comportamiento del paro registrado en la provincia de Castelló en diciembre del año pasado respecto al de igual periodo de 2017, comparándolo con el descenso ocurrido en los años precedentes. Cada año cuesta más reducir la cifra de paro registrado; mejor dicho, cada año el número de personas que dejan la colas del paro es inferior, bastante menor, que el de las que lo abandonaron el año precedente.
En este sentido, en diciembre de 2018 respecto a igual mes de 2017 el paro registrado en Castelló bajó en 2.218 personas; en 2017 respecto a 2016 en el mismo mes descendió en 3.829 personas; en 2016 respecto al 2015 en 5.673 trabajadores; en 2015 respecto a 2014 en 6.289 y en 2014 respecto a 2013 en 3.215 parados.
Se constata que conforme mejora la actividad económica en la provincia se contrae el número de parados, pero que cada vez cuesta más reducirlo porque, en mi opinión, los sectores económicos que imperan en la provincia no son sectores que potencialmente puedan crear mucho empleo, salvo el sector turístico. Pero este sector está demasiado concentrado en la campaña veraniega y no es capaz de reducir esa estacionalización, dando a conocer a los clientes potenciales los productos turísticos que decimos tener.
El descenso del paro registrado en este mes es habitual desde 2010 aunque las 654 personas paradas menos es la cifra más baja desde 2013.Y como dato curioso, entre 2001 y 2009, salvo en 2004, se registraron aumentos del paro registrado en este mes respecto al precedente, incrementos que eran lógicos en los dos primeros años de la crisis, 2008 y 2009, pero que habría que estudiar qué factores dieron lugar a los aumentos en los restantes años (en 2005, 2006 y 2007 el aumento se dio en todos los sectores, de manera creciente en construcción y servicios y de forma más estable en industria).
Diciembre es un mes en el que el mayor descenso del paro se registra en el sector servicios, principalmente por la contratación, fundamentalmente temporal, motivada por la campaña de navidad y reyes y, también, por las rebajas aunque éstas ya no son lo que eran hace unos años; ahora cualquier momento del año es bueno para atraer al potencial cliente con descuentos, bien como saldos, promociones, ofertas, final de campaña, etc.
A pesar de esa reducción del número de parados, diciembre es un mes en el que disminuye el número total de contratos formalizados respecto a noviembre; este año ese descenso ha sido, en términos porcentuales, superior al de años precedentes. Y también este diciembre respecto a igual periodo de 2017 se ha producido un retroceso superior al registrado en 2017 respecto a diciembre de 2016. Para el total de contratos de 2018 respecto al año precedente, el incremento registrado ha sido inferior al acaecido, al menos, desde 2014.
Sin embargo, es positivo que Castelló sea una de las primeras provincias españolas, la quinta en 2018, respecto al porcentaje de contratos indefinidos: de cada cien contratos, casi catorce, lo son; en 2015 eran algo más de diez. Y ese suave aumento porcentual se ha dado también en la Comunitat Valenciana y en España.
Las cifras de parados en diciembre en la provincia también son las mejores desde diciembre de 2008, periodo en el que se encontraban paradas 37.859 personas. Pero, cuidado; pensemos que han sido necesarios diez años para situarnos en los niveles del primer año de la crisis, pero con una mayor precariedad del empleo, más desigualdad social y más trabajadores pobres.
Reflexionemos si vamos a poder alcanzar el número de parados del último año, según se mire, de la burbuja inmobiliaria: en diciembre de 2007 las personas paradas fueron 17.579. ¿Será posible?
