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El Ayuntamiento de Almassora ha solicitado a la Gerencia Territorial del Catastro de Castellón que se fijen los nuevos valores catastrales para todas aquellas fincas calificadas como urbanizables no pormenorizadas. Estos suelos pasarían a ser considerados como rústicos a efectos catastrales, lo que supondría una reducción del IBI que los propietarios abonan.
La solicitud afecta a los Suelos Urbanizables no Pormenorizados Residenciales (SUPOR) del 1 al 7, en las partidas de l'Estret, la Foya, La Molineta, Santa Quiteria, El Bosc, Pavos y las situadas entre los caminos Benafelí y Catalans y Catalans y Om Blanc del distrito marítimo. Cabe señala que este cambio de valoración catastral no afectará a las construcciones que se encuentran en estos suelos, que seguirán manteniendo el mismo valor debido a su uso residencial.
La Concejalía de Hacienda presentó esta solicitud al Catastro el pasado 30 de septiembre de 2015, tras la aprobación de la Ley 13/2015 del 24 de junio de reforma de la Ley Hipotecaria y del Catastro Inmobiliario que refleja la modificación del IBI para suelos urbanizables no pormenorizados, es decir, aquellas áreas sectorizadas pero sobre las que no están determinados los viales.
El regidor de Hacienda, Roger Beltrán, ha valorado esta gestión como “necesaria”. Según el edil si a resolución es favorable “los propietarios que no disfruten de la ventajas de la urbanización no tendrán que pagar por ello y sus impuestos serán más justos”.
La Dirección General del Catastro valorará la inclusión de estos terrenos en el padrón de rústicos, valoración que se hará de forma individual. Posteriormente, el Catastro notificará a cada propietario la nueva calificación del suelo y estos tendrán que solicitar al Ayuntamiento la devolución de la diferencia respecto al impuesto abonado. La resolución será aplicable a partir del 1 de enero del año en el que se apruebe, por lo que no se puede determinar todavía si afectará de manera retroactiva a los impuestos de 2015.
